Aprende a controlar el asma con diez sencillos consejos

PAMPLONA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

   Este martes, 5 de mayo, se celebra el Día Mundial del Asma, enfermedad que afecta en España al 5 por ciento de la población adulta, con mayor prevalencia en mujeres, y a entre el 8 y el 10 por ciento de los niños.

   Aunque el asma es una enfermedad crónica que no tiene cura, el paciente puede llegar a controlarlo hasta el punto de disfrutar de una calidad de vida similar a la de una persona no asmática si sigue el tratamiento que le prescribe su médico y reconoce los desencadenantes de su asma.

   Con motivo de la celebración este martes del Día Mundial del Asma, el laboratorio farmacéutico Cinfa ha dado a conocer diez sencillos consejos para que las personas con asma sepan controlar su enfermedad. Estas son las diez recomendaciones:

   1. Evitar los alérgenos que más afectan: Las personas con asma deben mantener su entorno libre de las sustancias que pueden empeorar la enfermedad como el polvo, los ácaros, hongos o el pelo de los animales. Además, alrededor del 10 por ciento de los adultos asmáticos son intolerantes a la aspirina y a los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.

   2. Realizar ejercicios respiratorios habitualmente: Los asmáticos deben aprender y practicar de manera regular ejercicios que les ayuden a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis. Si esta se produce hay que tomar la medicación, buscar una postura cómoda, relajarse, sacar el aire con los labios fruncidos y respirar sin ansiedad, sirviéndose del abdomen.

   3. Sí al deporte, pero con precaución: El asma no tiene que limitar a la hora de hacer deporte, pero siempre hay que realizar ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de comenzar a practicar cualquier actividad física e incrementar poco a poco la intensidad del ejercicio, con el fin de preparar las vías aéreas para el esfuerzo. Los deportes en ambientes húmedos como la natación o en salas cerradas y cálidas están más indicados para los asmáticos.

   4. No fumar y alejarse de los ambientes con humo: El tabaco es uno de los desencadenantes del asma, porque incrementa la inflamación bronquial. Por lo tanto, los asmáticos no deben fumar y tampoco permitas que lo hagan cerca de ellos.

   5. Llevar el sentido común cuando se viaja: Siempre que el asma esté bien controlado y sea estable, una persona asmática puede viajar como cualquier otra, pero ha de llevar consigo siempre sus medicamentos habituales, el plan de acción por escrito que ha elaborado con su médico y los medicamentos que puede necesitar en caso de empeoramiento o crisis.

   6. Tomar todos los días la medicación, incluso cuando no se sufran síntomas: Para lograr controlar el asma y disfrutar de una buena calidad de vida, es muy importante tomar la medicación que el médico haya prescrito en la dosis, frecuencia y duración indicadas.

   7. No abandonar el tratamiento por iniciativa propia: Hay que comentar al médico cualquier duda que se pueda tener sobre cómo seguir el tratamiento o los posibles temores ante efectos secundarios, pero nunca dejar de tomar la medicación por iniciativa propia.

   8. Consultar siempre al médico antes de tomar nuevos fármacos: Nunca hay que automedicarse y hay que informar al médico de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicar al enfermo. En todo caso, hay que comunicar siempre al farmacéutico, dentista y médicos la condición de asmático.

   9. Aprender a usar bien el inhalador: Los pasos son abrir el dispositivo, prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo), vaciar los pulmones de aire, bloquear la respiración, colocar el orificio del inhalador en la boca, inhalar a fondo, contener la respiración de cinco a diez segundos y volver a respirar con normalidad. Si el medicamento contiene corticoide, hay que enjuagarse la boca al terminar.

   10. Aprender a reconocer y actuar ante las crisis: Es recomendable que los asmáticos pidan a su médico que les enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento y elaborar con él un plan de acción escrito, que indique con exactitud cómo se debe reaccionar en caso de una crisis grave (aumentar la dosis de medicamento, tomar otro nuevo o acudir a Urgencias).