PAMPLONA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La avenida de Gipuzkoa va a renaturalizar su tramo comprendido entre las calles Santa Lucía y Santos A. Ochandátegui con un carril árbol con el que se ganará superficie verde y con el que se amabilizará la imagen de una zona dominada la urbanización. La Junta de Gobierno Local ha aprobado esta semana la adjudicación de los trabajos a la empresa Obras y Servicios Tex SL por un importe de 228.465,15 euros, vinculados al acuerdo marco para obras de rehabilitación de espacios públicos.
Según ha informado el Ayuntamiento, el estado actual de las alineaciones arboladas de la avenida de Gipuzkoa es decadente. La doble alineación proyectada en la urbanización original no ha prosperado, debido principalmente a la ausencia de espacio y condiciones adecuadas para el desarrollo de las raíces de los árboles. La reposición de arbolado en los alcorques originales, ha añadido, no supone una solución efectiva, sino "un coste ineficiente sin justificación técnica ni ambiental".
Salvo el tramo iniciado en 2021, frente al Centro Comunitario Buztingune, en el que se implantaron nueve posiciones sobre un carril árbol de nueva ejecución, el resto de posiciones están vacías o en estado de decadencia. A la vista del resultado de esas nuevas posiciones, el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido continuar con la actuación a lo largo de toda la manzana e incluso extenderla a la manzana del centro de salud de Buztintxuri.
Se prevé que las obras comiencen la próxima semana y concluyan a finales de año. Se generará un carril árbol continuo a lo largo de las dos manzanas, en la acera contigua al sentido de la circulación en dirección centro de la ciudad, con 1,74 metros de ancho y 1,28 metros de profundo y con un drenaje inferior de 0,30 metros. En cada alcorque, se plantará un ejemplar de Tilia Tormentosa.
El carril árbol se rellenará con tierra estructural formada por un 65% de balasto ofítico y un 35% de tierra vegetal. En las zonas en las que se prevé la existencia de un alcorque, sobre la mezcla anterior, se instalará una capa antirraíces de grava, también ofítica, de doce centímetros de espesor rematada superiormente con un relleno de diez centímetros de acolchado de madera. En el resto de espacio se instalará una capa de firme formada por hormigón y adoquín poroso para favorecer la permeabilidad del agua de lluvia al interior del carril árbol. En general, entre todas las capas, se colocará una capa de geotextil de separación.