PAMPLONA 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Pamplona está realizando este año una experiencia piloto para valorar la integración dentro del proceso de compostaje de restos realizado por el Servicio de Zonas Verdes de la hoja otoñal que se recoge por parte del Servicio de Limpieza Viaria en las zonas de su competencia.
Se trata de "reutilizar al máximo" ese recurso, incrementando así la cantidad de compost que es producido actualmente por el Servicio de Zonas Verdes procedente de los restos generados por el mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad.
De ser finalmente posible, llevaría aparejado, además, la disminución del canon de vertido que paga el Consistorio a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona en concepto de basura de vertedero.
El Vivero Municipal de Miluce está recibiendo estos días decenas de metros cúbicos de hojas. Son parte de las que hace caer el periodo vegetativo de los árboles de hoja caduca de la ciudad, un proceso que se produce entre octubre y diciembre con la bajada de luz y el descenso de las temperaturas.
Habitualmente es en Miluce donde el Servicio municipal de Zonas Verdes acumula tanto restos de poda y siegas, como aquella hoja recogida en los parques y zonas verdes que son objeto de su mantenimiento y que, por norma general, no va mezclada con otro tipo de restos de carácter inorgánico. Pero este año se está haciendo un experimento con los restos obtenidos por el barrido mecánico de varias zonas de la ciudad.
El Servicio de Limpieza Viaria ha identificado dos espacios en los que los restos provenientes del barrido mecánico está "más limpia", es decir, lleva menos mezcla de impropios (plásticos, papeles) y mayor presencia de hoja de arbolado y restos vegetales.
Son las partes pavimentadas de la Vuelta del Castillo y la Media Luna, unos residuos que suponen el 15% de los alrededor de 420 metros cúbicos de hojas de vías y aceras de la ciudad que cada día recogen los operarios de las contratas.
Si la experiencia piloto es "positiva", en 2025 se "seguirá avanzando en la apuesta por este círculo de sostenibilidad y reutilización", llevando a cabo la mejora de las instalaciones y la maquinaria actuales del Vivero Municipal que son empleadas en el proceso de compostaje y la mejora de la del método actual por medio de la formación a los trabajadores del Servicio de Zonas Verdes.
La retirada de la hoja otoñal es competencia tanto del Servicio de Limpieza Viaria, como del Servicio de Zonas Verdes, cada uno de los servicios en las zonas de su competencia. Actualmente, obtienen cada año entre 250 y 300 m3 de compost en el Vivero Municipal de Miluce, y no solo de hojas, sino también de restos de podas siega de praderas.
La recogida se hace bien mediante el barrido y rastrillado manual, bien mediante máquinas sopladoras, en vías urbanas y zonas verdes en las que los operarios van realizando grandes montones de hojas que luego se trasladan a contenedores. Es un "importante trabajo" que se concentra en fechas, ya que en Pamplona hay más de 65.000 árboles.
DOS DÉCADAS TRABAJANDO EN ELLO
El trabajo de compostaje se viene realizando por parte del Servicio de Zonas Verdes desde hace más de veinte años "como una forma de cerrar el círculo de la sostenibilidad en el reaprovechamiento de los recursos naturales".
A lo largo de los años, "se ha ido mejorando la tanto la cantidad como la calidad del compost obtenido". Cuando el Ayuntamiento comenzó el compostaje de hoja de otoño, esta se llevaba a Casa Irujo, sede de la Escuela Taller de Jardinería, para "experimentar con el proceso", algo que también se hacía en el vivero municipal que, por aquellos entonces, estaba situado en la avenida de Zaragoza.
En este 2024, además de comenzar a experimentar con la hoja recogida por el Servicio de Limpieza Viaria, los trabajadores del Servicio de Zonas Verdes han ido recibiendo formaciones específicas para "seguir aumentando la calidad del producto final del proceso de compostaje".
De resultar "positiva" de experiencia, los siguientes pasos estarán asociados con la reordenación de las infraestructuras necesarias y la dotación de medios: la construcción de una solera de hormigón de dimensiones "adecuadas", la implantación de un sistema de recogida de lixiviados y creación de una cubierta donde ir almacenando el producto obtenido, así como maquinaria de volteo para manejar y mezclar el producto, sondas para el control de parámetros durante el proceso o material técnico de análisis del compost.
El residuo, ya convertido en recurso, se utiliza para realizar aporte orgánico para la mejora en la composición y la estructura de la tierra que se repone en parterres de vivaces, plantas de flor, plantación de arbolado y arbustos o que se utiliza para la reproducción de ejemplares en el propio vivero.