PAMPLONA 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha afirmado que "el diálogo ha sido imposible" con los 'okupas' del Palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona y ha argumentado que "es imposible el diálogo con quien no quiere hablar".
De hecho, Barkos ha señalado que, tras la entrada de la Policía Foral y técnicos de Patrimonio en el inmueble, se comprobó que "se estaba preparando un búnker perfectamente pertrechado con material para estar un tiempo, con colchones, agua, unos walkie talkie, y un bidón relleno de cemento con el habitáculo para meter las manos y ejercer un momento de resistencia". "Es bastante expresivo de la voluntad de diálogo de quienes han decidido hacer de este caso un pulso al Gobierno", ha afirmado Barkos, durante una comparecencia en el Parlamento de Navarra a petición de Orain Bai.
La jefa del Ejecutivo ha afirmado que entiende "el malestar de vecinos y del colectivo de hosteleros y comerciantes" por el despliegue policial y ha lamentado las "molestias" ocasionadas, pero ha señalado que "el Gobierno tenía como prioridad garantizar la seguridad por encima de todo y cualquier otro debate es secundario".
Del mismo modo, ha asegurado que "muchas cuestiones que se han dicho no son ciertas, como por ejemplo que la Policía Foral había utilizado pelotas de goma, o que se disparó a ventanas, lo que se hizo fue lanzar una salva a lo alto para evitar el cuerpo a cuerpo".
Uxue Barkos ha señalado que "el Gobierno ha recibido críticas por parte de unas posiciones y las contrarias, y las soluciones de los grupos parlamentarios son radicalmente opuestas". "En esta vida la respuesta con más sentido común no suele estar ni en el blanco ni en el negro, sino en una gama de matices, pero hay una cuestión innegable, y es que la prioridad para el Gobierno está en la seguridad del edificio, que se había comprometido muy seriamente", ha indicado.
En ese sentido, Barkos ha señalado que las conclusiones del informe emitido por los técnicos de Patrimonio "son determinantes para que el Gobierno decida clausurar el edificio y el Gobierno pone por delante a cualquier otra cuestión la seguridad, no solo de las personas que pueden estar dentro del edificio, sino también de los bienes del edificio, de los vecinos y de los edificios colindantes". "La seguridad es la premisa principal de este Gobierno, que se ha comprometido en todo momento a adoptar las medidas necesarias para garantizarla", ha asegurado.
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