PAMPLONA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Semana Santa en Navarra es variopinta en tradiciones y celebraciones. En el pequeño pueblo de Valcarlos, situado cerca de la muga con Francia, se vive el Domingo de Resurrección con una representación de las danzas más llamativas y ancestrales de la Comunidad foral.
Los elegantes dantzaris, conocidos como los Bolantes, bailan el domingo de Pascua, este año el 20 de abril, por la mañana en la Plaza de Santiago de esta villa de poco más de 300 habitantes, a las 12 del mediodía, y por la tarde en el frontón de la localidad, a partir de las 17 horas. Fueron declarados Bien de Interés Cultural de Navarra en 2012.
Vestidos de blanco, con boina roja, cascabeles y con unas vistosas cintas de colores adosadas a sus espaldas, vuelan al compás de los saltos, tiñen la atmósfera de sentimiento y color expresando a través del baile el carácter del pueblo. Las danzas incluyen diferentes estilos como el Bolant-iantza (baile de cortejo), Jauziak (bailes en corro), o Makilarienak (danzas con palo).
Valcarlos es un pequeño pueblo puerta del Camino de Santiago, en el que se da la bienvenida a los peregrinos que desde Francia se dirigen hacia Roncesvalles. En la vertiente norte de los Pirineos, está rodeado por montes altos y limita al norte y este con localidades francesas como Arnéguy y Banca (Baja Navarra), mientras que al sur limita con Roncesvalles, Burguete y Orbaiceta.
Está ligado a la historia medieval y las leyendas épicas. Su nombre en romance hace referencia al emperador Carlomagno, quien habría acampado en este valle tras la derrota de su ejército en la famosa Batalla de Roncesvalles (778), un evento inmortalizado en el poema épico La Chanson de Roland. Según la tradición, el valle debe su nombre a este episodio histórico (Valle de Carlos).
Además, Valcarlos ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos por su ubicación estratégica en la frontera con el país galo.
Entre sus monumentos destacan la Iglesia de Santiago Apóstol, reconstruida entre 1799 y 1802 tras ser destruida durante la Guerra de la Convención; y la Ermita de Santa Magdalena, una construcción rural restaurada en 1976 con bonitas vistas del valle.
ORIGEN DE LOS BOLANTES
El de Valcarlos está ligado a los carnavales tradicionales ya que formaban parte de las 'kabalkadas' (cabalgatas) que se realizaban por entonces junto a otros personajes típicos de las mascaradas. El primer registro escrito sobre esta tradición data de 1832 y se encuentra en el Archivo de Navarra.
Con el tiempo, y principalmente tras la suspensión de los carnavales en 1937, los Bolantes se desvincularon de estas celebraciones y comenzaron a realizarse como un evento independiente. Desde 1967, su celebración se trasladó al Domingo de Resurrección, que este año será el 20 de abril.