PAMPLONA 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se ha reunido con Beatriz Corredor, la presidenta de Redeia, empresa matriz de Red Eléctrica, para conocer de primera mano los avances en las distintas inversiones que Red Eléctrica está llevando a cabo en la Comunidad foral. Un conjunto de proyectos que tiene como objetivo "mejorar el sistema eléctrico de Navarra, garantizar la seguridad del suministro y dinamizar la economía, facilitando el desarrollo industrial y social de la comarca y la creación de empleo".
Entre estas actuaciones, recogidas en la Planificación 2021-2026 aprobada por el Gobierno central, se incluyen "importantes desarrollos dirigidos a facilitar el desarrollo industrial, como elemento dinamizador de la economía".
Es el caso de la nueva línea Tierra Estella- Muruarte y la nueva subestación de Tierra Estella en las que Red Eléctrica invertirá 23,7 millones de euros. Unas infraestructuras catalogadas de interés foral por el Gobierno de Navarra y cuya ejecución comenzará "de manera inminente" con el objetivo de puesta en servicio en 2026.
Se trata de unas instalaciones "muy demandadas e imprescindibles para poder garantizar el suministro de energía en condiciones de calidad y seguridad, principalmente a empresas y naves industriales ubicadas en Tierra Estella y que ayudarán a impulsar el crecimiento económico en la zona", ha destacado en un comunicado el Gobierno de Navarra, que ha puesto en valro el "alto grado de consenso alcanzado en el diseño y trazado del proyecto, fruto de los diferentes procesos de escucha y participación abiertos durante el proceso de tramitación".
Por otro lado, la planificación eléctrica contempla "importantes inversiones" dirigidas a la integración de energía renovable para avanzar en la transición ecológica. En ese sentido, destacan el eje La Serna-Magallón y Navarra- País Vasco. Este último ya cuenta con Declaración de Impacto Ambiental y "será fundamental para reforzar la robustez del sistema eléctrico aumentando la calidad y la seguridad del suministro". Además, lleva aparejadas "importantes mejoras" sobre el entorno, la integración paisajística y el medioambiente, como el desmantelamiento de 120 km de líneas - Itsaso- Orkoien 1 y 2- que actualmente transcurren, en parte, por el parque natural de Aralar.
A todo esto, se une la ampliación de varias subestaciones con el mismo fin de "aumentar su capacidad de integración renovable, avanzar en la transición ecológica y el cumplimiento de los objetivos de energía y clima tanto nacionales como europeos".