Critica que la empresa haya informado al Gobierno de Navarra "por carta"
PAMPLONA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha destacado que el anuncio del cierre de la fábrica de BSH en Esquíroz ha sido "inesperado" y ha señalado que la empresa le ha informado por carta de que se abriría un periodo de seis meses de consultas, pero que "no se ha concretado qué es lo que va a pasar en la planta". "Nuestra máxima preocupación son los 660 trabajadores y trabajadoras" que "van ser nuestra prioridad", ha asegurado.
En declaraciones a los medios de comunicación, Chivite ha explicado que este lunes se le ha remitido, tanto a ella como al consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, una carta en la que la empresa informa de la apertura de un periodo de seis meses de consultas. "No sabemos en qué se materializa, porque tampoco ha dicho que va a haber un cierre en la planta de Navarra. No se ha dicho eso", ha recalcado.
Chivite ha admitido que "éramos conocedores, por reuniones que se habían mantenido tanto con el comité de empresa como por la dirección, de preocupaciones en la planta". La presidenta ha explicado que "intentamos ponernos en contacto con la dirección en Alemania con distintas cartas que les enviamos" pero "no tuvimos en ningún momento contestación".
Por su parte, Irujo "ya ha solicitado una reunión con la dirección en Navarra para que le explicite en qué se concreta esos seis meses que se han abierto de periodo de consultas, porque tampoco sabemos qué es lo que va a pasar en la planta, no se ha concretado qué es lo que va a pasar en la planta". El consejero, además, ha solicitado comparecer en el Parlamento de Navarra "para dar todas las explicaciones oportunas".
"Nuestra prioridad van a ser los trabajadores y las trabajadoras, y pondremos todos los recursos encima de la mesa para que su situación sea la mejor posible", ha manifestado.
María Chivite ha criticado que este anuncio se haya realizado "por carta". "Esto no suele ser habitual en las relaciones que este Gobierno tiene con las empresas, que son habituales, diarias, continuas, en las que si han tenido dificultades han sabido acudir al Gobierno. Este no ha sido el caso". Y ha insistido en que "pondremos a los trabajadores por delante, porque esos son los empleos que queremos salvar".