PAMPLONA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha iniciado un nuevo ensayo clínico para frenar el deterioro cognitivo que provoca la enfermedad de Alzheimer. Se trata de una investigación multicéntrica, en fase de reclutamiento, en la que participan centros de Estados Unidos y Europa. Actualmente, alrededor de 600.000 personas en España sufren esta enfermedad.
El tratamiento actual está dirigido a personas con un deterioro cognitivo ligero, es decir, en los estadios más incipientes en los que la enfermedad todavía no repercute en el día a día de los enfermos. Sin embargo, este nuevo fármaco (Crenezumab) también incluye a personas con una demencia en estadio leve, es decir, en aquellas etapas en las que el paciente empieza a tener problemas para realizar sus actividades diarias.
Como explica el doctor Mario Riverol, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra, especializado en la enfermedad de Alzheimer e investigador principal en este ensayo: "Se trata de anticuerpos que actúan sobre la proteína amiloide, que se deposita en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, causante principal de la enfermedad. La función del fármaco es 'limpiar' el amiloide del cerebro, con el objetivo de parar la evolución de la enfermedad".
En torno a los 65 años de edad, un gran número de personas comienza a presentar problemas de memoria, y no le da importancia pensando que son consecuencia inevitable del proceso natural de envejecimiento.
Experimentar ciertos despistes cotidianos, como olvidar dónde se han puesto las llaves o el monedero resulta normal. Pero a veces, lo que interpretamos como pequeños descuidos pueden ser los primeros avisos de patologías serias como la enfermedad de Alzheimer.
El enfermo de Alzheimer comienza perdiendo la memoria para los hechos y acontecimientos recientes. Posteriormente y de forma gradual, va presentando dificultad para expresarse, para comprender el lenguaje leído y escrito, se desorienta en el tiempo, en la calle y aun en su propia casa, muestra dificultad para hacer cálculos aritméticos y para manejar dinero, etc.
Estos síntomas interfieren en el correcto funcionamiento de su vida cotidiana y convierten al enfermo en una persona que necesita supervisión y asistencia.