PAMPLONA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los miembros de la comisión y la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado este miércoles la nueva urbanización en el acceso sur de la ciudad, cuyos viales están ya abiertos al tráfico rodado y al tránsito peatonal.
De la mano del arquitecto responsable los ediles han revisado la reordenación de una zona de la ciudad que llegará hasta el otro lado de la avenida de Zaragoza y que ha conocido una importante transformación en los últimos años. Estas obras han requerido una intervención simultánea en terrenos urbanizados, superficies urbanizables e incluso suelo rústico.
El espacio intervenido está comprendido entre la calle Valle de Aranguren, plaza Guadalupe, colina del Garitón y el límite con Galar. Durante este último año se actuó sobre el antiguo solar industrial que ocupaban naves de Iberdrola, derribando estructuras, moviendo tierra y trazando nuevas calles, para después ejecutar espacios peatonales, ampliar zonas verdes e instalar mobiliario urbano, dejando una reserva de cuatro manzanas para edificación residencial y de equipamientos, ha explicado en una nota el Ayuntamiento de Pamplona que ha destacado que, en total, se ha actuado en una superficie mayor que la equivalente a seis campos de fútbol
Las obras, con 2,2 millones de euros de presupuesto, han sido llevada a cabo por Construcciones Mariezcurrena. Milagrosa sur, puerta de entrada a la ciudad, es ahora una trama de manzanas regulares en retícula que usan de guía el trazado de la avenida de Zaragoza y que entroncarán en ese límite del término municipal de Pamplona con futura la ordenación de Galar.
Las nuevas conexiones unen el final de la avenida de Zaragoza con el entorno del Sadar (trasera), creando un nuevo paso, ya que la calle Valle de Aranguren deja de ser un espacio rodado para articularse como un bulevar peatonal. El bulevar, en el entorno de la plaza de Guadalupe, es una zona que pretende ser un punto de encuentro ciudadano en una situación mejorada por la ejecución de juegos infantiles y de un espacio ajardinado en paralelo a la calle Extremadura, desde la calle Labiano hasta la rotonda de la calle Ana de Velasco.
A este nuevo paseo se ha sumado otro, adyacente a la plaza de Guadalupe, que cruza diagonalmente el lugar hasta la nueva glorieta, próxima al límite con el Garitón. Todos esos espacios han sido equipados con bancos, bolardos, papeleras, farolas, aparcabicis, etc., además de un nuevo ajardinamiento. La plaza de Guadalupe, por su parte, ha quedado integrada en esta trama y se han ampliado sus zonas verdes, eliminando las barreras arquitectónicas.
VIALES Y FUTURAS VIVIENDAS
Las calles están diseñadas con circulación rodada, y en las calles Extremadura y Labiano hay tramos de coexistencia. Unos 300 metros de carril bici acompañan los paseos peatonales y el espacio urbanizado cuenta con 180 aparcamientos en superficie diseñados, tanto en paralelo, como en batería, con un 3% de reserva para estacionamientos de minusválidos.
Mientras se realiza Galar, la nueva urbanización del Ayuntamiento de Pamplona ha adecuado las rasantes de las calles Ana de Velasco y Zolina para facilitar el acceso de las personas usuarias al Centro Infanta Elena.
Por otra parte el muro de contención previsto en el límite con el Garitón en el proyecto original no se ha realizado, ya que en su momento apareció un subsuelo de Tufa, relativamente estable, que ha permitido resolver la ejecución de la calle Ana de Velasco mediante un talud, lo que disminuye el impacto paisajístico del resultado final.
El espacio reordenado y reservado para la futura edificación es de aproximadamente 9.000 m2 y albergará cuatro manzanas. Dos de ellas, ubicadas junto a la calle Zolina, serán de carácter residencial y tienen capacidad para 255 viviendas, incluyendo una parcela reservada para viviendas de protección. Los edificios contarán con planta baja destinada a usos comerciales y cinco alturas, con patio interior. Las otras dos manzanas, de tipo compacto, estarán destinadas a equipamiento polivalente.