'Danzad, danzad, malditos' concluye este sábado con varias actuaciones en la Ronda Barbazana

Un equipo de parkour enlaza las tres piezas del programa de danza, que se celebra a partir de las 20 horas con entrada gratuita

PAMPLONA, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ciclo Danzad, danzad, malditos, dentro del Festival de las Murallas del Ayuntamiento de Pamplona, pone este sábado el broche final a su séptima edición, con las actuaciones de Areli Morán, Stefano Mattiello y Clarissa Costagliola, y Anuar Daemon. La Ronda Barbazana será de nuevo el escenario de esta triple cita con la danza contemporánea actual, a partir de las 20 horas, en la que se han ofrecido nueve propuestas nacionales e internacionales durante los tres primeros sábados de agosto.

El programa se abre en el Rincón del Caballo Blanco con 'Seguir el curso de una acción en particular', muestra experimental al aire libre creada e interpretada por la bailarina Areli Morán. La obra escenifica el proceso de resiliencia que afronta el cuerpo de la artista a través de la superación de dificultades inherentes a la vida humana. Areli Morán ha realizado diversos proyectos y residencias de creación en ciudades como Berlín, Monterrey y Pamplona. Al término de su espectáculo, acompaña el recorrido por la muralla el equipo de parkour, con una apertura creada por Javi Pérez, Blackflip, ha informado el Ayuntamiento en una nota.

La segunda parte de la cita, en el frontón Jito Alai, lleva por título 'Entre el vínculo y la ruptura'. Creado por Stefano Mattiello y Clarissa Costagliola, vinculados a Italia y a Pamplona, la obra indaga en el enlace que se crea entre dos cuerpos: en función de la distancia que hay entre ellos, tanto física como mental, este vínculo se transforma y de esa manera va alcanzando un equilibrio definido como inestable. Desde el frontón, de nuevo el equipo de parkour acompaña el recorrido de vuelta al Caballo Blanco.

La tercera pieza del programa es 'Vogue', del artista navarro Anuar Daemon. El vogue, evolución de la danza house nacida en el barrio de Harlem en los años 80, se centra en la búsqueda de lo femenino y lo masculino, sin excluir lo transgénero, lo transexual y otras formas de identidad. El punto final del ciclo en el Caballo Blanco lo firma la coreografía del equipo de parkour.