Las detenciones se han realizado principalmente en Pamplona, ingresando en prisión los cinco cabecillas
PAMPLONA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Policía Foral y la Policía Nacional han detenido en esta semana a catorce personas de nacionalidad rumana por pertenecer a una organización criminal a la que se le imputan de momento una treintena de robos en empresas de toda Navarra.
Cinco de ellas, los responsables de la organización, han ingresado en prisión por orden del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Aoiz, que ha coordinado las actuaciones. Asimismo se ha procedido a la imputación del resto de la organización, doce personas más, de las cuales algunas se encontraban en prisión por otros robos y otras fuera del país.
La investigación se inició a principios de 2016, con la recepción de varias denuncias por robos con fuerza en empresas de polígonos en las que había circunstancias coincidentes en cuanto al 'modus' y a los objetos robados. La Policía Foral introdujo datos de interés en el Citco (Centro Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado), que resultaron coincidentes con pesquisas de Policía Nacional, momento en el que las actuaciones fueron coordinadas y conjuntas.
En las denuncias, además de dinero y joyas, se hacía referencia a herramientas y material susceptible de ser vendido como chatarra (perfiles galvanizados, piezas de acero de grandes dimensiones, motores, bobinas de cobre, máquinas, material eléctrico, calderas, etc.). Lo sustraído por dos veces en una empresa de Mutilva llegó a alcanzar un valor de 600.000 euros, incluido un vehículo que utilizaron para el transporte del material robado y que fue recuperado días más tarde, ha señalado la Policía Foral en un comunicado.
Las denuncias se interpusieron por robos en polígonos de Mutilva (perteneciente al partido judicial de Aoiz y que da inicio a su judicialización), Agustinos/Berriozar, Sakana, Tudela y Aoiz.
En la perpetración de los robos utilizaban vehículos 'lanzadera' para informar de posible presencia policial o circunstancias que podían dificultar los butrones y apalancamientos de puertas en las empresas. Finalmente se pudo saber que uno de los integrantes había obtenido de una chatarrería 46.000 euros durante un año, lo que indica la cantidad de hierro y cobre que manejaba.
Las detenciones de la Policía Nacional se realizaron el lunes y martes en Villava y La Rochapea, mientras que la Policía Foral actuó en los barrios pamploneses de La Milagrosa, Echavacoiz y Casco Viejo. Entre los catorce detenidos, todos ellos sin trabajo conocido, hay cuatro mujeres.
Con autorización judicial ambas policías han intervenido, sobre todo en las viviendas de La Milagrosa, multitud de material utilizado para cometer los robos con fuerza: taladros industriales para butrones, martillos mecánicos para perforar piedra, generadores de electricidad de gran capacidad, soldadoras, ingletadoras para cortar madera y sierras radiales, entre otras herramientas.
También se han decomisado varios vehículos, entre ellos dos furgonetas con material preparado para perpetrar los robos. Los investigadores han constatado que el dinero obtenido en los robos y posteriores ventas era remitido a Rumanía vía aérea desde Zaragoza, en cantidades máximas de 10.000 euros que permite la legislación.
En esta operación han participado, por parte del Cuerpo Nacional de Policía el grupo tercero de UDEV-Patrimonio, grupos de las UIP (Unidad de Intervención Policial), del GOR (Grupo Operativo Respuesta) y del servicio de radio patrulla GAC (Grupo Atención Ciudadano). Por parte de Policía Foral la investigación ha sido desarrollada por agentes de la Brigada de Policía Judicial Pamplona Norte, con el apoyo de otras unidades del Área de Investigación Criminal (División de Policía Judicial y División de Información) y del Área de Seguridad Ciudadana (División de Prevención Pamplona, Grupo de Custodia, Brigada Central de Intervención y Grupo de Intervenciones Especiales).
La denominada 'operación ODESA/MAKILA' sigue abierta con el resto de imputaciones y no se descartan más detenciones, ya que se investiga tanto sus ramificaciones en el País Vasco como posibles delitos de receptación por parte de algunas chatarrerías donde se adquiría el material robado.