PAMPLONA 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La dinámica de peatones es la ciencia que estudia el flujo de personas caminando en diferentes situaciones y es la línea de investigación por la que ha apostado Iñaki Echeverría para su tesis doctoral, dirigida por los doctores Iker Zuriguel y Raúl Cruz, profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra.
El trabajo del doctor Echeverría ha estudiado por un lado, los procesos de evacuación, es decir, las situaciones de emergencia que conducen al desalojo de un grupo de personas de un espacio por motivos de seguridad. Y para lograrlo ha realizado experimentos tanto con estudiantes como con militares, simulando una salida de emergencia de una habitación y poniendo un obstáculo cerca de la puerta (idea propuesta hace años por científicos que creían que el obstáculo absorbería la presión de los empujones, evitando los atascos y favoreciendo una salida más ágil).
"Sorprendentemente, la presencia del obstáculo no hizo que la evacuación fuese ni más rápida ni más lenta, pero sí que redujo la presión durante los experimentos, evitando que se alcanzaran valores extremadamente altos y favoreciendo así la seguridad del sistema", señala en una nota el físico navarro.
La otra parte de la investigación, influenciada por el distanciamiento social impuesto por la Covid-19, condujo a Iñaki Echeverría a estudiar la dinámica de peatones bajo un distanciamiento físico con el fin de conocer cuál era el límite de personas que podría convivir en un mismo espacio mantenido la distancia social permitida, y de qué manera la velocidad de los peatones podría afectar al cumplimiento de esa distancia.
"Fuimos capaces de extrapolar un aforo máximo de 0.16 personas/m2 para garantizar un menor número de acercamientos. También comprobamos que al caminar más deprisa el número de infracciones aumentaba. Y además, concluimos que era mejor una mayor distancia (2 metros en lugar de 1.5), ya que existía una tendencia a sobreestimar la distancia que mantenemos con el resto", añade.
Para Iñaki Echeverría este tipo estudios tienen como objetivo "aumentar la seguridad de las personas ofreciendo herramientas que permitan una mejor gestión de los espacios". Todavía quedan por responder muchas cuestiones como, por ejemplo, por qué el obstáculo no mejora los tiempos de salida en una evacuación, o cómo se pueden predecir las zonas de mayor riesgo. "Estas investigaciones permitirán establecer nuevas normas sociales en base a criterios científicos e incluso podrían contribuir en la mejora del futuro diseño de las ciudades", ha destacado la Universidad de Navarra.