PAMPLONA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un grupo multidisciplinar de investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha desarrollado un prototipo de vacuna frente al SARS-CoV-2 cuya eficacia se ha confirmado en un modelo animal de la enfermedad. Los resultados de este estudio han dado lugar al registro de una patente, lo que facilita su desarrollo preclínico y clínico.
La mayoría de las vacunas anti-COVID comercializadas utilizan toda la proteína S del virus (responsable de la interacción del virus con las células). "En este trabajo hemos identificado en el suero de pacientes atendidos en la Clínica Universidad de Navarra los fragmentos mínimos de la proteína S que son capaces de activar una respuesta que proteja frente a la infección. Tras seleccionar la zona más relevante, hemos diseñado una vacuna que induce anticuerpos de manera focalizada en esta zona exclusivamente", explican en un comunicado los Dres. Juan José Lasarte y Pablo Sarobe, director e investigador principal del Programa de Inmunología e Inmunoterapia del Cima Universidad de Navarra.
La vacuna desarrollada en el Cima se basa en la utilización de péptidos sintéticos. "Al utilizar un fragmento muy pequeño del virus, la vacuna se puede preparar mediante síntesis química. Este modelo ofrece la ventaja de que es un proceso homogéneo y estable, y utiliza una tecnología muy sencilla que permite adaptarse con facilidad a la secuencia de posibles nuevas variantes. Su estabilidad facilita, además, su distribución a zonas en las que no hay infraestructuras para conservar vacunas en congeladores especiales", apuntan los científicos.
Los científicos han demostrado en modelos animales que esta vacuna protege frente a una infección letal por el virus. Asimismo, reconoce tanto la variante original de Wuhan como las variantes más importantes que han ido surgiendo durante la pandemia. El trabajo se ha publicado en el último número de la revista especializada Emerging Microbes and Infections.
"El objetivo de esta vacuna no es competir con las vacunas ya disponibles en nuestro entorno, pero dada su facilidad de desarrollo puede ser una alternativa en países que todavía no tienen acceso a una vacuna frente a COVID-19", sugieren los investigadores del Cima.
Estos resultados se han obtenido gracias a la experiencia del grupo de Desarrollo de Vacunas del Cima y tras año y medio de investigación específica en SARS-CoV-2. "Al comenzar la pandemia nos dimos cuenta de que teníamos que aportar nuestros conocimientos en el campo de las vacunas frente a la infección por este virus", destacan.
La investigación se inició con fondos propios y con ayudas desinteresadas como la del aizkolari navarro Iker Vicente, que organizó un evento deportivo para recaudar fondos para luchar contra esta enfermedad. "Asimismo, en mayo de 2020 obtuvimos una financiación de 81.021 euros por parte del Gobierno de Navarra, en una convocatoria que contó con la valoración positiva previa del Instituto de Salud Carlos III", recuerdan los Dres. Lasarte y Sarobe.