Suele tratarse de ventas de productos sanitarios, domésticos o enciclopedias, y los costes pueden elevarse a miles de euros
PAMPLONA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha advertido sobre "los riesgos" que pueden conllevar las ventas a domicilios por parte de comerciales, ya que en ocasiones suponen gastos "muy altos", de miles de euros, y el consumidor "no siempre es consciente de ellos".
Según han informado desde Irache en un comunicado, los productos que se venden mediante esta técnica son "muy variados" y van desde lavadoras, televisores, enciclopedias, purificadores de agua, sillones masajeadores, aparatos de tonificación corporal, fajas para mejorar la circulación, colchones, instrumentos de cocina o relojes.
Una encuesta encargada por la asociación, que ha recibido en los últimos meses decenas de casos de este tipo, refleja que al 94% de los navarros "no les gusta que acudan agentes comerciales a sus domicilios".
En algunos casos, los consumidores han llegado a pagar más de tres mil euros. Algunas de estas personas, una vez firmada la compra y al ver el coste que supone, "se arrepienten y quieren echarlo atrás".
NO TIENEN CLARO QUÉ HAN FIRMADO
En ocasiones, los consumidores "no tienen claro qué es lo que han firmado" y solo posteriormente se dan cuenta del importe que han accedido a pagar o de que había aparatos que no le hacían ninguna falta. En muchos de los casos las personas que firman estas compras son de edad avanzada.
Los hechos suelen suceder, a grandes rasgos, de la siguiente manera: llaman a la puerta de casa y al abrir, aparece un desconocido.
Comienza a relatar, generalmente con simpatía, los beneficios de una bicicleta estática, una colección editorial o una aspiradora para casa, por ejemplo. En muchas ocasiones afirma que estos aparatos tienen propiedades para la salud personal o la higiene.
No suelen ser muy concretos con el precio final que tendrá que pagar el consumidor, más allá de señalar que ofrecen formas para que el pago mensual sea muy cómodo. Finalmente, consigue que el consumidor firme una orden de compra. Es habitual que en una visita no se venda solo un producto sino varios.
Entre las ventas más habituales son las enciclopedias o colecciones editoriales de diversos temas. Hay personas que piensan que "se trata de una simple compra", pero en realidad "es una suscripción por la que tiene que ir pagando cuotas periódicamente y los costes finales son mucho mayores que lo que se paga en un primer momento". Algunos consumidores han dado de baja la suscripción tras más de diez años y han llegado a pagar por ella más de cinco mil euros.
También se dan ventas de productos sanitarios o de higiene. Así, una persona compró un aparato de presoterapia, una faja, extensores, un colchón y un humidificador, por más de 4.000 euros. Reclamó su cambio porque a su parecer los aparatos no funcionaban de forma correcta.
Aunque no es lo más habitual, también se están dando visitas de comerciales de compañías telefónicas. Las condiciones que ofrecen son "tremendamente atractivas, pero en algunas ocasiones no se cumplen".
Cuando el consumidor se ha quedado con un documento que demuestra estas condiciones prometidas, las compañías "se ven obligadas a cumplirlas o a permitir que el consumidor pueda irse a otra sin cobrarle ninguna permanencia".
CATORCE DÍAS PARA ANULAR LA COMPRA
En este tipo de ventas, el consumidor tiene catorce días desde que recibe el producto para echarse atrás, según recoge la normativa sobre consumo. Debe dirigirse "de forma fehaciente" a la empresa para comunicar que ejerce este derecho y cancela el contrato.
La dificultad estriba en que cuando muchas personas se dan cuenta y quieren anularlo ya ha pasado este plazo de catorce días. A partir de ahí las posibilidades de recuperar el dinero son más "limitadas", siempre que haya un contrato firmado en el que el consumidor, supuestamente, haya aceptado la compra.
REQUERIMIENTOS DE PAGO DE LA FINANCIERA
Dado el alto importe de estas compras, muchas de ellas son financiadas y los consumidores las van pagando por cuotas mensuales durante meses. Algunos afectados se sienten engañados con los productos comprados y deciden dejar de pagar las cuotas.
Esta situación puede ser "contraproducente", ya que, si hay de por medio un contrato de financiación, el impago puede generar nuevos intereses y elevar considerablemente la deuda. Hay personas que han acudido a Irache porque han recibido un requerimiento de pago de la entidad financiera.
También se dan ventas de este tipo de productos en reuniones o viajes organizados. Recientemente han llegado algunos casos de personas a los que, de vacaciones en el Mediterráneo, les ofrecieron un paseo en barco.
En él, les ofrecieron productos como un colchón y otro mobiliario, por el que se han comprometido a pagar importes que superan los 1.800 euros. En las reuniones organizadas es habitual que, "como gancho para asistir", se regale a los asistentes un obsequio, como una botella de aceite o unas botellas de vino, por ejemplo.
PAUTAS ANTE LA VISITA DE UN COMERCIAL
Desde la asociación recomiendan que si abre la puerta, no se firme nada, exigir que la persona se identifique, y no facilitar ningún dato ni documento personal ni bancario. Aconsejan cerrar la puerta en caso de sentirse "presionado" y que si un producto le puede interesar, exija la información y las condiciones de la oferta en papel, pero nunca firme nada.
También recomiendan asesorarse posteriormente con la información facilitada antes de tomar una decisión y si se ha firmado algo, buscar orientación legal "cuanto antes".
Ante la duda, la asociación recuerda que se tienen catorce días desde que recibe el producto para echarse atrás, y recomienda hacerlo de forma que "quede constancia" del desistimiento, nunca de forma telefónica.