PAMPLONA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Cima Universidad de Navarra ha identificado un paralelismo entre células que ayuda a conocer la evolución del mieloma múltiple. Este trabajo, publicado en la revista científica Blood, forma parte de la tesis doctoral de Cristina Pérez (Barañain, 1994), que realiza su formación científica gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Navarra.
El mieloma múltiple es un tipo de cáncer hematológico que afecta a la médula ósea. Se caracteriza por su resistencia a los tratamientos, lo que provoca recaídas de los pacientes. Conocer los mecanismos implicados en esta enfermedad es fundamental para orientar tratamientos eficaces.
"Dentro del organismo existen un tipo de células, llamadas células mieloides supresoras, que hacen que la actividad defensora natural de los linfocitos T sea menor. En casos de mieloma múltiple, la cantidad y actividad de estas células mieloides supresoras aumentan, de manera que favorecen la supresión de las defensas del organismo (inmunosupresión) y, por tanto, la progresión del tumor", explica Cristina Pérez.
A pesar de conocer relativamente el efecto de estas células en estos cánceres, por el momento no hay una forma de medir su actividad que ayude al pronóstico de los pacientes, ni al desarrollo de nuevos tratamientos de inmunoterapia.
El equipo del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, coordinado por el doctor Bruno Paiva, ha descubierto que existe un "paralelismo" entre estas células supresoras y otro tipo de células inmunitarias llamadas neutrófilos. "En el estudio hemos observado que unos niveles altos de neutrófilos maduros están relacionados con una peor evolución de los pacientes con mieloma múltiple. Además de ello, a nivel molecular, los neutrófilos maduros presentan similitudes con las células mieloides supresoras", señala.
Estas observaciones han permitido a los investigadores plantear, por primera vez, utilizar los neutrófilos maduros como indicadores, una herramienta para medir la actividad de las células mieloides supresoras. "Por lo tanto, permite conocer mejor el pronóstico de los pacientes con mieloma múltiple y abre la puerta al diseño de posibles*nuevas inmunoterapias", añade.