PAMPLONA, 19 (EUROPA PRESS)
La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a un total de 8 años y 3 meses de prisión al expelotari Mikel Goñi y a otro procesado como autores de dos delitos de detención ilegal (2 años y un mes por cada uno), un delito de amenazas condicionales (2 años y un mes) y un delito de lesiones con instrumento peligroso (dos años).
La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia de Navarra, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN).
Según recoge la sentencia, en septiembre de 2014 Goñi alquiló una vivienda en Anocíbar-Valle de Odieta. El 30 de noviembre de ese mismo año, los dos acusados y una tercera persona no identificada acudieron al domicilio de R.S.V., situado en Eugui y le acusaron de haber robado una plantación de marihuana de una vivienda alquilada, junto con el propietario de la vivienda alquilada y la persona que puso a Goñi y al propietario en contacto.
Cuando este último acudió a la vivienda avisado por R.S.V., los acusados "le golpearon, procedieron a atarle las manos con una cuerda a la espalda y, en contra de su voluntad, lo subieron a un vehículo y trasladaron durante 30 minutos a un descampado cercano al río en Elizondo, y le retuvieron mientras hablaban por teléfono dejándole después de un tiempo allí".
La víctima sufrió inflamación del lado izquierdo de la cara y una herida incisa en la cabeza a consecuencia de los golpes, sin que conste que requiriera tratamiento médico para su curación.
Con la excusa de comprobar los daños causados en un cristal de la
vivienda, dice la sentencia, Goñi pidió al propietario que acudiera a
la misma a las 22 horas del 1 de diciembre de 2014. "Cuando llegó, los acusados y la tercera persona no identificada, todos ellos con ánimo de lucro y actuando de común acuerdo, le exigieron la entrega de 10.000 euros", mientras le amenazaron con frases como 'te voy a matar' o 'te mando a los de Irún, que esos te van a cortar
la pierna'.
"Para conseguir amedrentarlo y que entregara el dinero, el acusado Mikel Goñi le clavó un destornillador por debajo de la uña del dedo índice derecho y le realizó un corte con el filo de una navaja en el dorso de la mano izquierda, mientras el otro acusado observaba, evitando con su presencia que la víctima pudiera escapar", indica la sentencia. Los hechos se prolongaron hasta las 3 horas del 2 de diciembre, "tiempo que los acusados le retuvieron contra su voluntad en el interior de la vivienda".
La mañana del 2 de diciembre, recoge el texto judicial, el propietario de la vivienda entregó los 10.000 euros a uno de los acusados. A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones
consistentes en hematoma subungueal circular de 0,5 cm en un dedo de la mano derecha y herida en dorso mano izquierda, que requirió tratamiento médico para su curación, "tardando 12 días en curar y resultando como secuela una cicatriz de 2 cm de longitud en dorso de mano izquierda".