Uxue Barkos y George Sabe, premio 'Navarra' a la solidaridad 2016
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 2 diciembre 2016 14:04

   PAMPLONA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El hermano George Sabe, en representación de los 'Maristas Azules' de Alepo (Siria), ha recibido este viernes de manos de la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, y el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, el XIV Premio Internacional 'Navarra' a la Solidaridad.

   El acto ha contado asimismo con la intervención del vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, así como la presencia de la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo; la presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez; y la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba.

   George Sabe ha asegurado que este reconocimiento "viene a confirmarnos en la misión de solidaridad, de educación y de desarrollo" que desarrolla los 'maristas azules' en la ciudad siria. El grupo, ha explicado, cuenta con más de 70 voluntarios que atienden a 1.000 familias "de toda confesión, sin ninguna exclusión" a través de cestas alimentarias, higiénicas, leche en polvo, distribución de agua, colchones, mantas, ropa o comida caliente.

   El hermano Marista ha recordado que en 2012 comenzó en Alepo una guerra que "divide la ciudad en dos partes, una división vergonzosa para este tercer milenio", una controlada por el gobierno sirio y otra por los rebeldes, entre ellos el Daesh.

   Sabe ha definido Alepo como "la ciudad del adiós" y ha remarcado que "de los cuatro millones de habitantes quedan menos de dos en esta ciudad mártir". La guerra ha destruido "toda la infraestructura de una ciudad en pleno desarrollo" y "actualmente el 80% de la población de la ciudad de Alepo vive bajo el nivel de pobreza, han perdido su casa, su trabajo y viven de las ayudas internacionales. De una población productiva hemos pasado a ser una población de mendigos", ha lamentado.

   En esta situación, los maristas azules decidieron quedarse en la ciudad "para servir, para ser solidarios, para educar, para sembrar esperanza, para ser testigos del amor de dios en medio de este infierno", ha continuado George Sabe que ha destacado que "haciendo camino con los más desfavorecidos aprendimos a estar dispuestos y preparados".

   Sabe se ha preguntado "quién ha promovido la guerra en Siria o la Primavera del mundo árabe". "Sólo la historia o la justicia podrán responder a las generaciones futuras cuáles son las raíces de la guerra en Siria", ha asegurado.

   Finalmente, el galardonado ha prometido que "seguiremos aportando nuestra humilde contribución en la edificación de la civilización de paz y amor" y ha confiado en que "un día os invitaremos a Alepo, os recibiremos en la sala del trono de la ciudadela de Alepo" para "compartir el camino del entendimiento entre los pueblos. Un nuevo camino sin fronteras, de paz y de esperanza".

UN PREMIO PARA RECORDAR LA GUERRA DE SIRIA

   En su intervención, la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha incidido en que, con el premio entregado este jueves, "proponemos recordar uno de los dramas que vive nuestro mundo, hacerlo en homenaje a aquellos que están dando lo mejor de sí mismos y procurar que el objeto de su trabajo no caiga en el olvido".

   Un reconocimiento "a su implicación constante por paliar las graves consecuencias del conflicto armado, y desde una posición firme en favor de la paz y de la convivencia sin importar la confesión ni la identidad colectiva" que es "un soplo de esperanza de que se puede resolver el conflicto y paliar sus consecuencias".

   Tras más de cinco años tras el comienzo de la guerra en Siria, "la Alepo actual es una sombra de lo que fue la mayor ciudad y el corazón económico del país", ha continuado Barkos que ha recordado que el conflicto ha causado la muerte de más de 300.000 personas, más de un millón y medio de heridos, cinco millones de sirios han buscado refugio en el extranjero y siete millones se han desplazado a otros lugares del país.

   La presidenta del Ejecutivo foral ha expresado la "vergüenza que como europeos nos produce esta situación y la falta de capacidad de algunos". "La crudeza de cinco años de guerra no provocó el despertar de la conciencia europea hasta que un día de septiembre del año pasado la imagen de Aylan Kurdi, el niño de tres años muerto en un playa turca, llegara a nuestros hogares", ha criticado. "Desde entonces, tampoco las instituciones europeas y de sus países miembros han sabido responder a la situación interna que vive Siria, ni a la de su población refugiada fuera de sus fronteras", ha añadido.

   Barkos ha destacado que la comunidad internacional se enfrenta a dos retos respecto a la población refugiada. Por una parte, "el sostenimiento en los países limítrofes de los campamentos que Naciones Unidas atiende a través de sus agencias humanitarias y ONG internacionales" y, por otro, la "crisis de refugiados a la que se enfrenta la Unión Europea y que ha hecho tambalear sus cimientos al no dar una respuesta unificada, ágil, rápida y digna".

   Por su parte, el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, ha explicado que con el galardón, el jurado ha querido resaltar la "larga trayectoria de trabajo con las poblaciones más vulnerables" de Siria de los 'maristas azules', su labor "con personas que han tenido que desplazarse de otras partes del país hacia Alepo como con los damnificados en la ciudad por el conflicto armado", y finalmente, por "su trabajo de colaboración estrecha con organizaciones musulmanas, cristianas y aconfesionales en la atención de todas las personas".

   Laparra ha destacado que el premio "va en línea con el compromiso del Gobierno de Navarra con los refugiados y la cooperación internacional". Así, ha destacado que, en los últimos dos años, se ha incrementado el presupuesto de la cooperación en un 58%, "cuando el conjunto del Departamento de Derechos Sociales y del gobierno ha sido de un 24% y un 9,7% respectivamente".

   Finalmente, el presidente de Labor Kutxa, Txomin García, ha asegurado que personas como los maristas azules, a quienes ha definido como "los héroes de este siglo", "nos hacen creer que un mundo más justo es posible".

   "A pesar de tanta dificultad continúan en su empeño por la educación, por inculcar unos valores que serán más necesarios que nunca para presidir el fin de la guerra, para resolver la salida de un conflicto que hoy parece una utopía", ha reconocido.

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