PAMPLONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Hermanos Maristas de Alepo (Siria), conocidos como maristas azules, han sido galardonados con el Premio Internacional 'Navarra' a la Solidaridad 2016 por su trabajo en la propia zona del conflicto armado, arriesgando su propia vida para atender a las personas damnificadas por la guerra, tanto residentes en la propia ciudad de Alepo como desplazadas de otras zonas del país.
El jurado ha destacado su labor, y la de las personas voluntarias que trabajan con ellos, en red con otras organizaciones cristianas, musulmanas y aconfesionales, así como el hecho de que hubieran permanecido en Alepo una vez comenzada la guerra, continuando así su larga trayectoria de atención a la población vulnerable.
Los maristas azules prevén destinar la dotación del galardón, 15.000 euros, a programas de ayuda humanitaria y emergencia para las personas refugiadas del conflicto sirio, así como a programas educativos destinados a niños y niñas.
El Premio Internacional 'Navarra' a la Solidaridad, concedido conjuntamente por el Gobierno foral y Laboral Kutxa, distingue a aquellas instituciones, organizaciones o personas que destacan en cualquiera de los ámbitos de la cooperación internacional.
El nombre de los premiados ha sido dado a conocer este viernes en el Palacio de Navarra por el exciclista profesional y presidente del jurado, Miguel Induráin, en una rueda de prensa en la que también han intervenido el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y el director territorial de Laboral Kutxa en Navarra, Javier Cortajarena.
LOS MARISTAS AZULES
Los Hermanos Maristas están en Siria desde 1904, si bien a principios de este siglo su presencia se reducía a la ciudad de Alepo. Al comienzo de la guerra, en 2011, los religiosos decidieron quedarse en esta población y reorientar su labor para atender a los desplazados del conflicto armado, colectivo que comenzaba a ser muy numeroso. Surgió así el grupo denominado "maristas azules", formado por una comunidad de religiosos más medio centenar de personas voluntarias.
Su tarea se realiza en el barrio que los cristianos llaman 'Djabal Al Sayde' (la colina de Nuestra Señora) y los musulmanes 'Cheikh Maksoud', al norte de Alepo y destino de muchos desplazados internos del país, de camino hacia los pasos fronterizos y los campamentos de refugiados de Turquía, pero también de habitantes de Alepo cuyas casas están en medio de las refriegas entre gobierno y rebeldes.
Actualmente, destacan sus programas de carga diaria de agua saneada y distribución a depósitos de desplazados que viven en los barrios que sufren cortes continuados del suministro; entrega de cestas de alimentos a más de 800 familias con productos de primera necesidad; reparto diario de comida caliente para 550 personas; y distribución de leche para lactantes o en polvo para menores de 10 años. También facilitan el realojo de las personas desplazadas, la atención sanitaria de personas heridas por proyectiles, morteros o balas; y actividades educativas para menores.
La guerra de Siria, y en concreto el asedio y bombardeo de Alepo, ha ocasionado más de un millón de personas refugiadas en los campamentos instalados en los países vecinos de Turquía, Líbano, Jordania e Irak. La mitad de ellas son menores. Asimismo, se calcula que han muerto 350.000 personas y que 9 millones están desplazadas en el interior del país.
Su candidatura al Premio Internacional 'Navarra' a la Solidaridad ha sido presentada por Solidaridad, Educación y Desarrollo (SED).
PREMIO INTERNACIONAL 'NAVARRA' A LA SOLIDARIDAD
Con este galardón el Gobierno de Navarra y Laboral Kutxa quieren reconocer el trabajo llevado a cabo por instituciones, ONG o personas físicas que destacan por su trayectoria en cualquiera de los ámbitos de la cooperación internacional, especialmente en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan la agenda de las Naciones Unidas de aquí a 2030 para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático.
Asimismo, pretenden concienciar y sensibilizar a la ciudadanía navarra sobre la importancia del trabajo voluntario y solidario a favor de los sectores sociales más desfavorecidos en países y pueblos empobrecidos.
Entre el Gobierno de Navarra y Laboral Kutxa financian conjuntamente los gastos de gestión del premio y su dotación económica, que es de 15.000 euros.
En la edición de este año se han presentado 13 candidaturas, de las que se han seleccionado seis finalistas, que han sido: Proactiva Open Arms, de España; Fundación Promoción Social de la Cultura, España; Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), de España; Sabes. Asociación Saneamiento Básico, Educación Sanitaria y Energías Alternativas, de El Salvador; Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, de España y Marruecos; y Hermanos Maristas de Siria.
ANTERIORES PREMIADOS Y JURADO
Anteriormente, han sido merecedores de este reconocimiento la Fundación Juan Ciudad y la hermana Paciencia Melgar (2014); la religiosa argentina Martha Pelloni (2013), la keniata Mama Tunza (2012), el científico Manuel Elkin Patarroyo (2011), la ONG Creative Handicrafts (2010), el Vicariato Apostólico de Aguarico (2009), Mama Samateh Saidy y la ONG Wassu Gambia Kafo (2008), la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (2007), el movimiento Fe y Alegría (2006), la organización UNASO (2005), el Servicio Jesuita a Refugiados (2004), las Hermanas Misioneras de la Caridad (2003) y Muhhamad Yunnus (2002).
El jurado ha estado presidido por el exciclista profesional Miguel Induráin e integrado por el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra; el director territorial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena; la profesora titular de la UPNA Paloma Bescansa; la presidenta de AMEDNA, María Victoria Vidaurre; el representante de la Campaña de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, Xavier Longan; y la profesora titular de la Universidad Loyola Andalucía María Luz Ortega.