PAMPLONA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Varios cientos de policías forales y municipales se han vuelto a concentrar este martes ante el Palacio de Navarra, sede del Gobierno foral, para mostrar su rechazo al anteproyecto de ley de Policías de Navarra y exigir la dimisión de la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, María José Beaumont, y su equipo del departamento de Interior.
La sonora protesta ha estado encabezada por una pancarta en la que se leía 'Policías de Navarra contra el anteproyecto de Interior' y los asistentes, algunos de ellos con caretas de la consejera, han portado distintos carteles entre los que se podían ver fotos de los responsables de Interior exigiendo su dimisión.
En la concentración, convocada por la Comisión de Personal de sindicatos de Policía Foral (APF, ELA, CSIF-SPF, CCOO y UGT), así como por las centrales sindicales de policía local de CCOO, UGT, ELA, SPPME, SIPNA y AFAPNA, se han coreado diversas consignas como 'Una imposición no es negociación', 'Este es el Gobierno del cambio a peor', 'Manos arriba esto es un atraco' o 'Unidad frente a la justicia'.
Además, los congregados, más de 1.000 según los convocantes de la protesta, han lanzado gritos pidiendo la dimisión tanto de la consejera María José Beaumont como del director general de Interior, Agustín Gastaminza.
El presidente de la Comisión de Personal de Policía Foral, Santiago Arraiza, ha comentado a los periodistas que con esta protesta quieren reivindicar "una negociación sin líneas rojas, sin reglas" y ha pedido la dimisión de la consejera y el equipo de Interior por "el trámite que han llevado con el anteproyecto de ley de Policías".
En este sentido, ha criticado que "no ha habido negociación" y ha censurado que el Gobierno foral "puso encima de la mesa un anteproyecto que entendíamos que era excesivo porque querían tapar las carencias de personal de Policía Foral haciéndonos trabajar más horas", cuando "esa carencia se suple con el ingreso de nuevos policías como está produciéndose en los demás colectivos de la administración".
"Siempre íbamos a perder empezando una negociación desde esos parámetros, por eso desde el primer momento dijimos que no nos íbamos a sentar", ha expuesto Arraiza.
Sobre la reunión que mantuvieron este lunes con el Ejecutivo, ha afirmado que en el encuentro les explicaron "las modificaciones que se habían puesto en el anteproyecto" y que "únicamente cuando nos cedieron la palabra dijimos que lo que pretendíamos era que dimitiera la consejera y el equipo de Interior porque ya no los reconocíamos como interlocutores".
Respecto a las modificaciones, el presidente de la Comisión de Personal de Policía Foral ha criticado que "no entran al modelo policial, que es una de las cosas que venimos reclamando desde hace muchos años". "Queremos saber qué es la Policía Foral, para qué sirve y hacia dónde va. Y las modificaciones no entran en ningún aspecto de ese tipo", ha cuestionado Arraiza, para agregar que, además, "las condiciones labores nos dejan muy maltrechos".
"LA PATATA CALIENTE, AL PARLAMENTO"
En caso de que el Gobierno foral apruebe en su sesión de este miércoles el anteproyecto, como está previsto en un principio, ha remarcado que seguirán trabajando "en los foros que nos dejen, desde los grupos parlamentarios o seguir haciendo concentraciones, hasta ver si podemos parar esto".
Por su parte, Javier Ojer, de CCOO, ha considerado que si el Ejecutivo foral aprueba este miércoles el anteproyecto "la patata caliente se la pasan al Parlamento y, concretamente a Podemos e I-E, los grupos que han manifestado que si este anteproyecto no contaba con una mayoría sindical a favor no lo iban a apoyar".
"Ya la semana pasada la portavoz del Gobierno de Navarra avisó de consecuencias por la posición de Podemos, no sé si es la mejor manera de apaciguar el tema", ha planteado.
Por otra parte, preguntados por la situación en que va a quedar la Policía Foral y con qué actitud van a trabajar los agentes si la ley se aprueba definitivamente, Santiago Arraiza ha subrayado que "somos funcionarios y somos policías", así que "seguiremos trabajando con la misma actitud con la que hemos venido trabajando siempre". "Nadie va a hacer dejación de sus funciones", ha asegurado.
"¿Qué pasará después con la policía?, pues no lo sabemos. Es un cuerpo policial que tiene una media de edad de 45 años y quieren suplir la carencia de personal haciéndonos trabajar más horas a gente que ya somos mayor. De aquí a cinco años tendremos un verdadero problema con la Policía Foral", ha vaticinado.