Pamplona homenajea a seis mujeres pioneras y a una adolescente asesinada en 1936 con un parque y una plaza a su nombre

Actualizado: viernes, 31 marzo 2017 11:48

PAMPLONA 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona ha conocido este viernes la decisión de Alcaldía de otorgar denominación a dos espacios de la ciudad ubicados en el nuevo desarrollo de Lezkairu. Por un lado el Parque Norte de Lezkairu pasará a llamarse 'Parque de las Pioneras', en honor a seis mujeres de distintas procedencias y que vivieron en siglos diferentes, pero cuya trayectoria vital abrió caminos a otras mujeres, más allá de las convenciones sociales del momento.

Desde la ciencia, la docencia, o la creación artística y, en muchos casos, desde sus compromisos políticos, se convirtieron en iconos de la lucha por la igualdad de género, según ha explicado el Ayuntamiento en una nota.

Por otro lado, la Plaza Central de Lezkairu se dedicará de forma nominativa a Maravillas Lamberto Yoldi, víctima de la guerra civil con apenas 14 años de edad. Fue detenida de forma irregular y sufrió múltiples agresiones sexuales, hasta ser finalmente asesinada de forma extrajudicial, según recoge el fondo documental de memoria Histórica gestionado por la Universidad Pública de Navarra.

En el primer caso la decisión de Alcaldía se enmarca en el acuerdo de Pleno del año 2013 que reclamaba más espacios ciudadanos dedicados a mujeres que reúnen méritos suficientes para consagrar de esta forma sus nombres y su memoria; en el segundo caso se pretende, según la resolución, "simbolizar el compromiso de este Ayuntamiento con la Memoria Histórica", personalizado en esta joven oriunda de Larraga.

Las mujeres homenajeadas son seis. María de Lucea (Pamplona, siglo XIV) fue costurera, bordadora y cordonera para la Casa Real en tiempos de Carlos III y Leonor de Trastámara. Ejerció su trabajo en Pamplona durante más de 30 años. Martija de Jauregui (siglo XVI) era curandera, lo que le valió ser procesada por la Santa Inquisición. Especializada en ginecología, trabajó en Pamplona, Tierra Estella, la Barranca y Huarte Araquil y era bien conocida en Guipuzcoa. Sus hierbas, procedentes de la Sierra de Aralar, respondían a la medicina tradicional que fue arrinconándose con el racionalismo renacentista. Ese proceso provocó la masculinización de la medicina, una situación que se extendería durante varios siglos.

Las dos siguientes pioneras pertenecen al siglo XIX. Francisca Sarasate Navascués (A Coruña, 1853-1922) comparte los ilustres apellidos de su insigne hermano Pablo. Escritora prolífica, tanto en narrativa como en poesía y premio Pluma de Oro en el Centenario de Santa Teresa, fue fundadora y directora de la publicación de moda La Gaceta de París (1879).

Francisca Sarasate fue coetánea de la siguiente mujer reconocida en este parque, Julia Fernández Zabaleta (Pamplona, 1898-1961). Fernández Zabaleta fue un pilar de uno de los campos que más ha ayudada a la lucha de las mujeres: la instrucción, además de luchar por la promoción del euskera. Maestra nacionalista nacida en la calle Dormitalería integró en su discurso personal y profesional el feminismo social del momento. Becada por el Ayuntamiento de Pamplona conoció en Barcelona a la pedagoga María Montesori, cuyo novedoso método de enseñanza, aún vigente, incorporó a sus clases en las escuelas municipales de San Francisco. Fue destituida de su plaza en 1936 como 'desafecta al régimen' por su compromiso político nacionalista y excomulgada pese a ser profundamente religiosa. Durante la II Guerra Mundial dio cobijo a refugiados de los regímenes fascistas.

Ya nacida en el siglo XX, Rita Aguinaga Viliato (Tuy, Pontevedra 1912-1986) entró como cantante solista en el Orfeón Pamplonés cuando esa institución se abrió a las mujeres en 1903; actuó también con la Pía Unión Misionera de los Claretianos y la Orquesta Santa Cecilia. Además, su figura es relevante en el impulso de las Emakume Abertzale Bazta (Asociación de Mujeres Patrióticas), organizando actividades culturales en Navarra, una de ellas la puesta en escena de la obra de Arturo Campión 'Pedro Mari, junto con Estanis Aranzadi.

Entre el siglo XX y el XXI se desarrolló la vida de María Josefa Molero Mayo, química nacida en Isaba (1921-2011). La represión tras la Guerra Civil se cebó en su familia. Pese a ello en tres años hizo la carrera en la Universidad Central de Madrid (1940-1942), donde se doctoró con un premio extraordinario. En un mundo profesional de hombres, acabó trabajando en Oxford de dónde no regresaría hasta los años 50. Su labor de como investigadora y creadora de institutos científicos, le valió reconocimientos internacionales y nacionales. Su trayectoria contribuye a romper estereotipos que aún pesan sobre las mujeres en la ciencia.

Finalmente, Maravillas Lamberto Yoldi nació en 1922 en Larraga. Cuando su padre Vicente Lamberto, militante de UGT, fue detenido en 1936, ella quiso acompañarlo. Tenía 14 años. Según recoge el fondo documental de memoria Histórica gestionado por la Universidad Pública de Navarra, la niña fue víctima de repetidas violaciones a manos de quienes les había apresado hasta que, finalmente, fue asesinada con su padre. Su madre Paulina Yoldi y sus dos hermanas, Pilar y Josefina, se trasladaron entonces a vivir a Pamplona.

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