Ainhoa Aznárez y Javier Espinosa, en rueda de prensa sobre sostenibilidad.
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 31 julio 2017 16:58

PAMPLONA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento de Navarra tiene previsto poner en marcha medidas de sostenibilidad y responsabilidad social que incluirán un impulso a la participación de los trabajadores de la Cámara, la introducción de cláusulas sociales y medioambientales en el trabajo con los proveedores, la aprobación de un código ético, o la mejora de la comunicación de la institución con los ciudadanos.

La presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, ha presentado este lunes el Diagnóstico de Sostenibilidad de la Cámara, un documento que analiza y evalúa el grado de implantación de la responsabilidad social en tres ámbitos para el correcto examen del sector público: transparencia y buen gobierno, cultura interna responsable y gestión pública sostenible.

Por responsabilidad social se entiende el conjunto de estrategias que el Parlamento adopta para que su actividad, más allá de lo previsto en la legislación, esté alineada con medidas que favorezcan un impacto positivo en la sociedad y su entorno. "Dado que la responsabilidad social forma parte de la propia naturaleza de la institución, el objetivo es avanzar hacia un modo de hacer más abierto, transparente, responsable y sostenible", ha explicado el Parlamento.

Así, "en aras a trasladar a la gestión interna de la Cámara el compromiso de la sociedad con la sostenibilidad y la responsabilidad social, se prevé la aplicación de criterios de gestión dirigidos a mejorar la eficiencia y, por tanto, a incrementar la confianza y la credibilidad del Parlamento ante la ciudadanía, también desde la perspectiva de la comunicación y la participación".

En lo tocante a la transparencia, el plan de actuación que acompaña al diagnóstico señala que el Legislativo "camina por delante" de la ley de Transparencia y del Gobierno Abierto aprobada la legislatura pasada y destaca la "valía del Navarrómetro en cuanto barómetro de opinión pública, más aún desde que el Departamento de Sociología de la UPNA se hiciera cargo de su elaboración en el año 2016".

En lo que a cultura interna responsable hace referencia y dentro de una valoración general "muy buena", se echa en falta un sistema de participación de la plantilla en asuntos como formación, horarios u organización del trabajo.

En cuanto a gestión pública sostenible, se pone el acento en la ausencia de criterios de responsabilidad social a la hora de contratar empresas o profesionales, si bien se advierte de las "limitaciones" establecidas por la ley de Contratos Públicos.

A su vez, se constata la falta de una política ambiental específica. No obstante, en ausencia de un plan, hay acciones tendentes a minimizar el consumo de energía y agua y reducir la generación de residuos.

Ainhoa Aznárez ha destacado que el Parlamento de Navarra "es la primera institución pública de la Comunidad Foral que apuesta por la responsabilidad social de manera interna y es una de las primeras del Estado en establecer claramente sus áreas de mejora a este nivel". "Esta apuesta, como en su día con el Plan de Igualdad, puede marcar un hito en la gestión pública, siempre con la mirada puesta en la continua mejora del servicio público", ha añadido.

La presidenta del Legislativo ha incidido en la responsabilidad de las administraciones públicas a la hora de promocionar comportamientos socialmente responsables y, en ese sentido, ha apuntado que "este Parlamento, a pesar de carecer de una estrategia definida, ha venido desarrollando acciones acordes con la transparencia, la ejemplaridad y la sostenibilidad". "Sin embargo, hemos creído que con un plan de actuación vamos a poder sistematizar, de una forma más precisa, toda esa labor centrada en el buen gobierno. Abordaremos cuantos proyectos sean necesarios para, desde un dinamismo adaptado a nuestra idiosincracia, lograr ser una institución modélica", ha indicado.

En este contexto, Ainhoa Aznárez ha aludido a la "preocupación generada en el conjunto de los parlamentos autonómicos por la evaluación realizada por un organismo privado que se valió de parámetros no adaptados" y ha recordado el acuerdo alcanzado con el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), que a partir de ahora será el organismo encargado de valorar, con una metodología específica, la actuación del Parlamento de Navarra.

Javier Espinosa Ochoa, consultor homologado y responsable de la elaboración del Diagnóstico de Sostenibilidad, ha destacado la traslación y paulatino arraigo en el ámbito de las administraciones públicas de un concepto que era patrimonio del mundo empresarial y ha puesto al Parlamento de Navarra como "ejemplo de responsabilidad social" debido a su interés por calibrar y mejorar el impacto de la institución en la sociedad.

Según Espinosa, el diagnóstico valora las buenas prácticas que ya se están desarrollando e identifica nueve áreas de mejora donde se proponen, entre otros, la asunción de una "estrategia de comunicación capaz de ofrecer una respuesta activa y transparente a todos los grupos de interés que se reúnen en torno al Legislativo".

A su vez, se sugiere el abordaje de una "promoción real de la participación ciudadana a partir de los instrumentos de los que, fundamentalmente la web, ya dispone la Cámara". También se plantea la elaboración de un código ético que "comprometa a los trabajadores del Parlamento, pero fundamentalmente a los cargos públicos, frente a la ciudadanía".

Para terminar, Espinosa ha avanzado que el Gobierno de Navarra está diseñando un sello específico para el Parlamento foral que certifique, de modo análogo al sello InnovaRSE que rige para las empresas, la integración de la responsabilidad social en el quehacer cotidiano de la institución.

El Diagnóstico de Sostenibilidad del Parlamento de Navarra ha sido elaborado, según ha precisado Espinosa, con un sistema (InnovaRSE) homologado por el Gobierno foral, específico para medir la gestión de la responsabilidad social.

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