Un retoño del árbol de Gernika recuerda en Sartaguda a las víctimas de la guerra civil

   PAMPLONA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Un retoño del árbol de Gernika se ha plantado este sábado en el Parque de la Memoria de Sartaguda dentro de un acto en homenaje a "las personas que sufrieron las consecuencias de la guerra, especialmente a aquellas que desaparecieron víctimas de la limpieza política llevada a cabo por el bando golpista tras la Guerra Civil".

   El acto, organizado por su ayuntamiento, que ha contado con el apoyo de las Juntas Generales de Vizcaya, ha contado con la presencia de las presidentas del parlamento navarro y de las Juntas Generales de Vizcaya, Ainhoa Aznárez y Ana Otadui, respectivamente, así como al alcalde de Sartaguda, Paolo Albanese.

   Asimismo, ha asistido la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno de Navarra, Ana Ollo; Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco; Unai Hualde, vicepresidente del parlamento navarro; Julio Sesma, representante de la asociación memorialista 'Pueblo de las viudas'; y Jon Andoni Atutxa y Josu Unanue, portavoces de los grupos junteros vizcaínos de PNV y EH Bildu, respectivamente.

   Al homenaje, primero en el Parque de la Memoria y después en el cementerio, donde se ha realizado una ofrenda floral, se han unido también familiares de personas fusiladas, delegados llegados del ayuntamiento de Gernika y de otros pueblos bombardeados como Durango y Otxandiano, y, sobre todo, vecinos de Sartaguda. Entre los asistentes se encontraban también el expresidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, Adolfo Araiz, Maialen Iriarte, o el escultor José Ramón Anda, entre otros.

   Delante de los nombres de los más de 3.000 fusilados en Navarra, la presidenta del Parlamento de Vizcaya se ha dirigido a los asistentes estableciendo un paralelismo entre Gernika, "la villa foral mártir del 37" y Sartaguda. El Parque de la Memoria de Navarra y el Árbol de Gernika "simbolizan nuestro común anhelo de paz, nuestro homenaje a las víctimas de las barbaries, de todas las guerras, de todas las violencias, hace ochenta años y ahora, en Gernika y en Sartaguda, en Auschwitz y en Hiroshima, en Alepo y en el Mediterráneo", ha resaltado.

   Ocho décadas después del bombardeo, Otadui ha anunciado "el inicio de la materialización de un deseo propio de que otros retoños del árbol de Gernika den su acogedora sombra en lugares emblemáticos para la memoria histórica". "Hoy empezamos en la Ribera navarra un recorrido que permitirá que estas raíces crezcan también en Auschwitz, Hiroshima o en el Vaticano", ha señalado.

   El acto de este sábado, anticipo del 80 aniversario del bombardeo de Gernika, sirve, según el alcalde de Sartaguda, Paolo Albanese, de "puente entre dos pueblos castigados brutalmente por un fascismo que escribió en ellos las primeras anotaciones de una agenda de terror" y que se convirtió después "en hambre, silencio y represión" en los "puntos suspensivos" que fueron los 40 años de dictadura, y en "amnesia y continuismo" tras la muerte de Franco.

   Albanese se ha acordado de "los más de 1.500 navarros que se enfrentaron al fascismo en el Ejercito vasco", de los que "doscientos gudaris murieron por la misma causa por la que fueron asesinados los 84 vecinos de Sartaguda: por defender derechos, libertades y justicia social".

   En homenaje a todos ellos y a sus viudas, ha considerado un "regalo" y el "más bonito de los recuerdos" la plantación de un retoño del árbol de Gernika, un día después de conmemorarse el Día Mundial de las Víctimas del Holocausto, coincidiendo con el aniversario de la liberación de Auschwitz.

   El acto de plantación del retoño en la localidad se enmarca en el Día Escolar de la No Violencia. El Ayuntamiento de Sartaguda, con ayuda de las Juntas Generales de Vizcaya, ha organizado también actividades didácticas en los centros de enseñanza de este pueblo de la ribera navarra. En concreto, el pasado jueves, los historiadores Alberto Santana e Iñaki Goiogana tuvieron sendos encuentros con escolares de las escuelas públicas de Sartaguda y de la ikastola de Lodosa-Sartaguda para reflexionar con estudiantes de 10-12 años del simbolismo de Gernika, tras el bombardeo del 37.