La población de Navarra asciende a 664.117 personas y continúa con la tendencia creciente de los últimos siete años

Archivo - Vista general de la plaza del Ayuntamiento de Pamplona.
Archivo - Vista general de la plaza del Ayuntamiento de Pamplona. - Eduardo Sanz - Europa Press - Archivo
Publicado: lunes, 30 enero 2023 13:20

PAMPLONA 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

La población residente en Navarra a 1 de enero de 2022 es de 664.117 habitantes y continúa con la tendencia creciente de los últimos siete años, según los datos de la Estadística del Padrón Continuo facilitados por el Instituto de Estadística de Navarra.

Del total de habitantes de Navarra, 590.642 personas tienen nacionalidad española (88,9%) y 73.475, extranjera (11,1%). Si se compara la población del año 2022 con la de hace diez años, la ciudadanía navarra de nacionalidad española suponía un 89,2% y la de nacionalidad extranjera, un 10,8%.

En este periodo, la población española empadronada en Navarra ha aumentado en 15.699 personas (2,7%), mientras que el número de personas extranjeras ha aumentado en 3.852 personas (5,5%).

Del total de las 664.117 personas empadronadas en Navarra, el 49,5% son hombres (328.620 personas) y el 50,5% mujeres (335.497 personas). Por cada 100 mujeres hay 98 hombres.

El 14,8% de la población tiene menos de 15 años, el 35,2% entre 15 y 44 años, el 29,7% entre 45 y 64 años y el 20,5% es mayor de 65 años.

Si además de la edad se tiene en cuenta el sexo, se observa que el porcentaje de mujeres es inferior al de hombres hasta los 64 años, edad a partir de la cual esta diferencia se invierte.

Comparados estos datos con los de hace diez años, se puede observar un cambio en la distribución de la población. Se ha perdido población en edades más tempranas mientras que las edades tardías han ganado peso en la estructura de población. La edad media de la población navarra es de 43,8 años, dos más que la edad media del año 2012 (41,8 años).

La población de nacionalidad extranjera residente en Navarra a 1 de enero de 2022 alcanza la cifra de 73.475 personas, suponiendo un 11,1% del total de población empadronada.

Durante 2021 este colectivo aumentó en 2.034 personas suponiendo un aumento del 2,8% y registrando por quinto año consecutivo una tendencia creciente.

Si se observa la evolución de la población de nacionalidad extranjera en las últimas dos décadas, se aprecia que tras un crecimiento continuo hasta 2011, en los años 2012 a 2017 Navarra perdió población para, a partir de 2018 iniciar la recuperación.

El 50,5% de la población de nacionalidad extranjera es masculina y el 49,5% restante femenina, mientras que la población de nacionalidad española de sexo masculino supone el 49,4% y la femenina el 50,6%.

El 32,1% de la población extranjera tiene nacionalidad europea, el 31,5% tiene nacionalidad americana, seguido del 31,4% de nacionalidad africana, el 4,7% de nacionalidad asiática y únicamente un 0,2% tiene nacionalidad oceánica o se reconoce como apátrida.

Analizando la evolución de los últimos 10 años, destaca el descenso de los extranjeros de nacionalidad europea (-17%). Sin embargo, los extranjeros de nacionalidad asiática y africana han aumentado un 64,5% y un 29,3%, respectivamente.

La distribución por edades difiere entre la población extranjera y la nacional, observándose la mayor diferencia en el grupo de 15 a 64 años. Así, el 62% de las personas españolas se encuentra en este grupo de edad, frente al 78,1% de las personas extranjeras, registrándose la situación contraria en el grupo de 65 o más años, el 22,3% de las personas españolas se encuentra en este grupo, frente al 3,7% de las personas extranjeras.

Las principales nacionalidades presentes en la población extranjera de Navarra son las de Marruecos, Rumanía, Colombia, Bulgaria, Portugal, Ecuador, Perú, Argelia y China. En concreto casi siete de cada diez personas extranjeras son de estas nacionalidades.

En relación con 2012, destaca el descenso de la población de nacionalidad ecuatoriana, portuguesa y boliviana un 52,7%, un 43% y un 57,5% respectivamente, situación que se explica en buena medida por los procesos de nacionalización.