PAMPLONA 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La rectora de la Universidad de Navarra, María Iraburu, ha apostado este viernes por que "la reflexión, la convivencia, el compromiso" sean los "ejes" que definan el espacio universitario ante una "fuerte polarización" que "puede fracturar la sociedad".
Así lo ha advertido durante el acto de apertura oficial del curso 2023-24, que ha tenido lugar este viernes en el Aula Magna del centro académico. Iraburu ha dado su "cordial bienvenida" al nuevo alumnado, profesorado y otros profesionales que se incorporan al centro. También ha deseado a las nuevas instituciones navarras y sus responsables "una etapa muy fructífera, que contribuya al bien común de las personas y de las instituciones de nuestra Comunidad foral".
Al acto han asistido diversas autoridades, entre las que se encontraban María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra; Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra; Cristina Ibarrola, alcaldesa del Ayuntamiento de Pamplona; Valentín Velasco, delegado en funciones del Gobierno en Navarra; Juan Cruz Cigudosa, consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital; Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela; Jaime Goyena, fiscal superior de Navarra; Joaquín Galve, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra; y el rector de la Universidad Pública de Navarra, Ramón Gonzalo.
El acto de apertura se ha iniciado con el desfile del cortejo académico, en el que han participado 206 doctores. La parte musical de la Misa y del desfile ha corrido a cargo del coro del Seminario Internacional Bidasoa. Ya en el Aula Magna, ha intervenido el secretario general, Jesús María Ezponda, quien ha leído el resumen de la memoria académica del curso 22-23. A continuación, la profesora de la Facultad Eclesiástica de Filosofía María Jesús Soto ha pronunciado la lección inaugural titulada 'El espejo roto. Filosofía e identidad'.
La rectora de la Universidad de Navarra ha cerrado el acto con un discurso que ha centrado en los "retos" que las universidades deben afrontar. El primero de ellos, el de la "reflexión" y ha subrayado que aunque la universidad "debe ser un espacio de diálogo académico" y de "pensamiento crítico", "no siempre sucede así".
"La carrera académica -tanto de profesores como de estudiantes- puede ser compatible con una visión de la realidad unilateral y cerrada a la trascendencia; puede coexistir con prejuicios y simplificaciones; puede desarrollarse aislada de lo que sucede en el mundo y en las personas", ha señalado Iraburu, que ha advertido de que, cuando esto sucede, "la Universidad y las personas que forman parte de ella, pierden el sentido de su misión, de modo que su contribución, a la larga, deja de ser relevante".
Así, ha destacado la necesidad de la reflexión para los estudiantes, "nuestra razón de ser y que esperan encontrar aquí no solo un entorno de apertura y de respeto, sino de audacia intelectual que permita explorar las grandes cuestiones de la vida humana". También para "los que hemos hecho de la universidad una apuesta vital, y que estamos llamados a redescubrir, una y otra vez, nuestra vocación profesional y los principios que nos pusieron en marcha hace pocos o muchos años".
Una reflexión igualmente necesaria, ha continuado, en la sociedad, "que no puede prosperar sin que haya personas que cuestionen los paradigmas imperantes y abran nuevos horizontes que iluminen la acción".
Otro de los retos del ámbito universitario es "la convivencia pacífica y plural". "La verdadera convivencia asume y se enriquece con la diversidad y el pluralismo, con el diálogo y la participación. En este curso que comienza podemos preguntarnos cómo fomentamos el verdadero encuentro universitario, en nuestra tarea docente y de mentoría, en los encuentros formales e informales con estudiantes y colegas", ha propuesto.
El tercer reto que ha citado es el "compromiso social". "Toda la actividad de la Universidad de Navarra, la investigación, la docencia, la asistencia, es una tarea de servicio a las personas y a la sociedad, y ese compromiso se ve reforzado por el hecho de ser una universidad con fin social y sin ánimo de lucro", pero "no es suficiente", ha manifestado Iraburu.
"A la universidad no le compete dar soluciones específicas a los problemas, pero sí contribuir con sus fines propios a la paz, la justicia social y la libertad de todos", ha resaltado.
La rectora de la Universidad de Navarra ha destacado que "vivimos tiempos de fuerte polarización, de afirmaciones simplistas, contrarias a toda reflexión y visión crítica; de enfrentamiento y de posicionamientos ciegos a las necesidades e intereses legítimos de los demás: en definitiva, una atmósfera viciada que puede fracturar la sociedad".
Así, ha resaltado que "la reflexión, la convivencia, el compromiso, son tres ejes que definen el espacio universitario". "Me gusta imaginar ese espacio como un territorio abierto y saludable, en el que se respira y del que sale aire limpio, y que se convierte en un lugar de encuentro para tantas personas y entidades que también apuestan por el diálogo", ha expresado.
María Iraburu ha finalizado su intervención dando las gracias "a los que formáis parte y hacéis realidad este proyecto comprometido en mejorar a las personas y al mundo", a los colaboradores que "con su generosidad nos permiten llegar mucho más lejos", y a "todas las instituciones que, de modos diversos, contribuís a que la Universidad de Navarra siga siendo un motor de transformación en beneficio de todos".