PAMPLONA 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director general de Caja Navarra entre 1994 y 2001 Lorenzo Riezu ha afirmado que con la llegada de su sucesor al cargo, Enrique Goñi, se pudo dar un cambio en el modelo de gestión de la entidad, que comenzó un camino de "buscar dimensión por la expansión".
"Nosotros íbamos con más moderación, procuramos mirar más los gastos, no nos hubiéramos permitido hacer unas prejubilaciones que yo he calificado de innecesarias, todo lo demás es poner en peligro el coeficiente de solvencia. La expansión misma pone en peligro el coeficiente de solvencia, porque obliga a realizar una inversión y por los mayores riesgos que vas asumiendo en mercados que son desconocidos", ha afirmado Lorenzo Riezu, en su tercer día de comparecencia en la comisión de investigación sobre Caja Navarra en el Parlamento foral.
La comparecencia de Riezu continuará el próximo viernes. Por el momento, en las tres sesiones y casi 18 horas de comparecencia celebradas hasta ahora, sólo ha habido tiempo de que UPN y Geroa Bai formulen sus preguntas, por lo que todavía quedan EH Bildu, Podemos, PSN e Izquierda-Ezkerra de hacer uso de su turno.
A lo largo de la sesión de este viernes, el exdirector general ha afirmado que "quizás el cambio fundamental" entre su modelo de gestión y el de Enrique Goñi esté "en el concepto de la dimensión". "Normalmente nosotros dábamos más importancia a la solvencia que al tamaño. Yo, frente a la idea fusionarse por ganar tamaño, sostenía que había maneras de obtener sinergias y economías de escala a base de procesos de colaboración entre distintas entidades para toda clase de prestación de servicios comunes, de forma que la actividad comercial de cada entidad quedara circunscrita a su territorio", ha explicado.
Lorenzo Riezu ha señalado que éste era "un camino a desarrollar" y que "el camino de ir buscando dimensión por la expansión, que es lo que hizo Caja Navarra, era quizá tortuoso, en la medida que obligaba a riesgos mayores". "Fuera de tu territorio hay que tentarse bien la ropa de lo que estás haciendo", ha asegurado.
Riezu ha expuesto que "la solvencia es algo que hay que cuidar con mucho mimo y probablemente lo que se ha hecho es cuidar la solvencia a base de talonario, es decir, vendo alguna participación en algunas empresas, pero estoy siempre en el filo del 7,5-8,5 de solvencia". "Es una política que nosotros no hubiéramos seguido, y cuando digo nosotros, me estoy refiriendo al anterior director, que era más austero que nosotros", ha indicado.
EXPANSIÓN "MODERADA"
A lo largo de su intervención, Lorenzo Riezu ha señalado que durante su etapa al frente de la entidad se hizo un plan de expansión "moderado". "En 1997 se hizo un plan simplemente para la apertura de 13 oficinas en un par de años o tres. Más tarde, en el año 2000, ya con la fusión de Caja de Ahorros y Caja Municipal hecha, y con perspectiva hasta 2003, se hizo otro plan con una apertura de oficinas que nos llevara, con el anterior plan, a un total de 30 o 40 oficinas fuera de Navarra en total", ha indicado.
Riezu ha señalado que "la propia apertura de oficinas ya suponía un proceso de diversificación, porque estar concentrado en Navarra te marca unos límites y al salir ya tienes una orientación diferente".
El exdirector general ha apuntado que ya antes de estos planes de expansión la entidad estaba inmersa en la diversificación en inversiones empresariales, que ha situado en la constitución de la sociedad pública Sodena, en la que Caja Navarra entró con un 20 por ciento, mientras que el 80 por ciento restante era del Gobierno foral.
"Ya por aquellos años se enteró en una serie de empresas en las que el Gobierno de Navarra tenía interés por su desarrollo, fundamentalmente en el sector agrario. La Caja sirvió en el desarrollo de esas empresas y yo diría que en la mayor parte de ellas o en todas con resultados muy positivos", ha asegurado.
Según ha precisado, estas inversiones "en general no tenían tanta importancia desde el punto de vista de los resultados finales en la cuenta, sobre todo eran empresas que permitieron el desarrollo de ciertas actividades y variedades vegetales de interés".
SUS RETRIBUCIONES
A lo largo de la sesión, se han abordado las retribuciones que recibió Lorenzo Riezu en la entidad financiera. "Siempre me he considerado bien retribuido, no tengo ningún tipo de queja", ha explicado, para señalar que entre 1977 y 1994 no tuvo ninguna subida salarial, más allá de las propias del convenio colectivo de la Caja y la antigüedad.
"La primera vez que tengo un aumento de sueldo es en el año 94 cuando se me nombra director de la Caja. Empiezo a recibir el sueldo de la escala salarial administrativa de jefe de primera, la antigüedad correspondiente que he devengado anteriormente y un complemento", ha explicado. También cobraba otra parte correspondiente a dietas de las empresas participadas.
Geroa Bai ha preguntado si considera "equiparables" sus retribuciones con las de Enrique Goñi, que, según ha citado, crecieron desde 172.000 euros en 2001 hasta 735.000 en 2009, y fueron de 1,8 millones en 2010.
Lorenzo Riezu ha señalado que estas cifras "desbordan lo que yo puedo pensar". "Si se ve que año a año hay una subida notable. Yo desde que entre en el 77 y hasta el 94 no tuve ni un céntimo de subida, salvo las propias del convenio colectivo y la antigüedad", ha asegurado.
También se ha hablado en la comisión sobre la disponibilidad de chófer para el director general de la entidad. "En la Caja teníamos dos chóferes que atendían servicios de oficina, paquetería y demás, y cuando había que ir a Madrid yo iba con chófer, y aprovechaba bien los viajes trabajando y procurando no dormir nunca en Madrid", ha señalado.
Lorenzo Riezu ha añadido que sí le "sorprendieron" las medidas de seguridad que implantó Enrique Goñi. "Que si un chófer que no sé si hacía de escolta o no, que si el blindaje de la propia corporación, fueron gastos que no conocíamos. Yo no conocí a ningún director ni a ningún presidente de la federación vasco navarra que tuviera chófer y escolta. Todo el mundo iba con coche de la Caja y nada más", ha señalado.
INFORMES DEL BANCO DE ESPAÑA
Por otro lado, Lorenzo Riezu ha abordado también los informes que emitió el Banco de España durante su mandato, para asegurar que no recibió informes negativos y que las inspecciones de 1998 y 2001 concluyeron con escritos de recomendaciones, "lo mismo que hay otro escrito más o menos parecido en 2004". "Vamos a decir, si se quiere, que el informe de 2004 puede ser un escrito algo más suave, porque algunas cosas dichas en 2001 se rectificaron", ha indicado.
Así, Riezu ha afirmado que la Caja no recibió "cosas notables" del Banco de España. "Hemos tenido requerimientos puntuales, pero de eso que se habla de que había una gestión gris y equipos discretos, no hemos tenido ninguna referencia", ha indicado.