PAMPLONA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los representantes de UGT, CCOO y CCP en el comité de empresa de KSS han exigido a la multinacional Kayaba (KYB), propietaria de la planta, un "verdadero plan industrial que garantice el futuro de KSS y del empleo". Esta reclamación se produce después de que el pasado 19 de enero la multinacional anunciara un ERE de despido colectivo para 101 trabajadores.
El delegado de UGT y presidente del comité de empresa, Fernando Salvatierra, ha explicado que "el objetivo prioritario y fundamental es conseguir ese plan industrial, que significa inversiones, nuevos productos y carga de trabajo, que permitan consolidar la planta, hacerla competitiva y situarla en una posición de crecimiento a largo plazo".
"Con este plan industrial estamos dispuestos a negociar los ajustes de plantilla que sean necesarios, así como un tratamiento justo a los trabajadores que tengan que dejar la planta", ha asegurado Salvatierra este lunes en rueda de prensa.
En la comparecencia también han tomado parte el secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Navarra, Josema Romeo, el secretario general de FICA-UGT, Lorenzo Ríos, el delegado de CCOO en dicho comité, David Ozcoidi, y el delegado de la Confederación de Cuadros Profesionales (CCP) en el comité, Alfonso Yerro.
Así pues, Salvatierra ha indicado que quieren "abordar el ERE con medidas no traumáticas". Por ello, ha explicado que hasta el próximo 7 de febrero está abierto el plazo de captación de voluntarios para salir de KSS.
Estos lo harían "con una cantidad económica prácticamente de despido improcedente, una posible recolocación a través de una empresa externa, y 6.000 euros para aquellos trabajadores que hayan soportado más del 50% de la regulación suspensiva de contratos en los últimos años y que quedaría diferida en una bolsa a un año con el objetivo de incentivar las contrataciones dentro y fuera del grupo KYB".
En este sentido, Salvatierra ha reiterado se deseo "de trabajar en medidas no traumáticas" y ha destacado que "una de ellas debe ser la puesta en marcha de un plan de jubilaciones, ya que desconocemos si el plan industrial da estabilidad a la plantilla resultante de este proceso o por el contrario podríamos enfrentarnos a nuevos EREs de extinción". Algo que ha calificado como "del todo inaceptable".
Asimismo, el presidente del comité de empresa ha comentado que no piden "debilitar las otras plantas del grupo KYB para reforzar KSS, ni que se transfiera el problema de esta al resto de plantas". "Queremos una solución propia y autónoma, que sea compatible con la estabilidad y el crecimiento del resto de las plantas del grupo", ha añadido.
Además, ha trasladado que "el estado de los trabajadores de KSS es de indignación, enfado, confusión y sentimiento de haber sido estafados por la multinacional KYB".
DIFICULTADES DESDE 2008
Por otro lado, Salvatierra ha explicado que "las dificultades que atraviesa KSS no son actuales, sino que se remontan al 2008 y tienen que ver con la obsolescencia de algunos productos, la caída de la producción, la falta de asignación de nuevos productos y la falta de inversión". "En definitiva, la ausencia de un plan industrial de futura", ha señalado.
A este respecto, ha comentado que se firmó "un acuerdo para el mantenimiento del empleo entre los años 2009-2011" y que "en 2012 soportamos la extinción de 37 contratos en un proceso duro y traumático".
"Firmamos para los años 2013-2015 un convenio que implicaba sacrificios salariales y sociales para la plantilla a cambio del compromiso de la dirección de dotar a nuestra planta de un plan industrial", ha indicado para resaltar que "el grupo Kayaba ha incumplido todos los acuerdos firmados".
"En mayo de 2017, la dirección planteó el despido de 100 personas", ha manifestado Salvatierra. Tras esto, ha explicado que se acordó "un aplazamiento mediante la aplicación de un ERE suspensivo a la espera de la presentación de un plan industrial que pueda determinar el futuro de la planta y saber si esto es el puntal desde el que la planta salta de la tónica de destrucción de empleo o, por el contrario, lo que realmente está en peligro son los 227 empleos".