Esaú Acosta: Habla el joven arquitecto canario que ha diseñado el monumento del 11-M en Madrid

"A LOS REYES LES ATRAJO LA IDEA DE ENTRAR EN UN LUGAR SOLEMNE, UN MONUMENTO QUE REQUIERE TIEMPO PARA LEER LOS MENSAJES DEL PUEBLO", AFIRMA EL ARQUITECTO

Esaú Acosta, arquitecto canario del estudio Fascinante Aroma a Manzana (FAM), ganador, junto a otros cuatro compañeros de estudio del concurso convocado por el Ayuntamiento de Madrid para diseñar el Monumento a las Víctimas del 11 de marzo, nos habla de su experiencia como diseñador del proyecto, y nos habla de la respuesta de los ciudadanos tras ver el monumento, e incluso de la reacción de los propios Reyes de España. El arquitecto canario nos confiesa en la entrevista que a los Reyes lo que más les gustó del monumento fue la solemnidad que se vive en el interior, y la posibilidad de poder leer los mensajes que tantos ciudadanos dejaron en Atocha tras los atentados del 11 de marzo.

- ¿Qué ha sido lo más bonito y lo más difícil de llevar a cabo este proyecto?

Lo más bonito fue cuando junto con mis compañeros vimos todo el vidrio ya construido. Lo más duro, fue la lucha con las administraciones para que confiaran en nosotros, y creyeran que el proyecto que presentábamos era posible.

¿Qué tipo de reacción y sentimientos querías transmitir con un monumento de estas características?

Lo que nos interesó desde un primer momento a mis compañeros y a mí, fue crear un espacio para poder trabajar con los mensajes que los ciudadanos dejaron en Atocha los días posteriores a los atentados del 11 de marzo, queríamos crear un monumento para hacer sentir a la gente. La idea era que el monumento, al ser visto por dentro, evocara respeto, silencio y tranquilidad.

¿Este proyecto que ha supuesto para ti? ¿Cómo definirías la experiencia de haberte visto involucrado en un proyecto que genera tanta expectación?

Ha supuesto un sueño, porque cuando yo gané el concurso hacía sólo seis meses que había terminado la carrera, y estaba una época que no sabía bien lo que quería hacer. Cuando gané el concurso con mis amigos de universidad, la satisfacción y el orgullo eran enormes. Evidentemente, hubo muchos momentos críticos, porque ha sido un proyecto muy investigado y muy seguido, porque todo el mundo quería ver el monumento ya terminado, y esa presión la viví mucho.

-¿Cuál fue la reacción de la gente tras ver el monumento finalizado? ¿Y la de los Reyes?

Mis compañeros y yo estuvimos explicando el monumento a los Reyes antes de presentarle la obra, y les gustó mucho la idea. Este monumento, a diferencia de la mayoría de los que vemos en Madrid, requiere tiempo para leer los mensajes, y esa idea de entrar en un sitio digamos muy solemne les gustó mucho a los Reyes. Por otra parte, todos los familiares de las víctimas del 11 de marzo con los que hemos hablado han resultado estar bastante contentos con el monumento.

Parece ser que gusta más el interior del monumento que el exterior, ¿esa era vuestra intención?

Sí, en general, el interior es lo que ha gustado más a la gente, porque es donde más esfuerzo se ha invertido, y donde verdaderamente está el monumento, lo de fuera, es sólo una parte de la estructura. La gente que considera que lo importante es el exterior, es un error, ya que la verdadera esencia del monumento está en el interior.

¿Hubo muchas discrepancias a la hora de diseñar e idear el monumento?

Bueno, fuimos cinco los que participamos en el proyecto, ya nos conocíamos de la universidad, y si hubo discrepancias, pero desde el punto de vista constructivo, porque si se reúnen cinco personas, y todos lo tenemos muy claro, posiblemente la idea final no sea muy buena.

¿Qué otros proyectos estáis llevando a cabo en España?

Hemos hecho algunas construcciones industriales en Zaragoza, y ahora, estamos haciendo una bodega en Tarragona. Como proyecto, del cual ya hemos dado los primeros pasos, tenemos la construcción de un gran centro cultural en Tenerife.

_ Estos días están acudiendo miles de personas a ver el monumento a las víctimas del 11 de marzo, ¿qué se siente al saber que tantas personas acuden a ver un obra ideada por ti y por tus compañeros?

Uno se siente impresionado (risas).

¿Cómo viviste el 11 de marzo? ¿En dónde te encontrabas?

Yo estaba fuera de España, pero lo viví como cualquier español que tiene familia en Madrid y que se siente nervioso porque intenta conectar con sus familiares, y además, con los nervios de no saber con seguridad lo que está sucediendo en tu país.

¿Qué sentimientos te surgen cuando piensas en el 11 de marzo?

Me surge mucha rabia. Cuando pienso en el 11 de marzo me doy cuenta de la fragilidad del ser humano, que en cualquier momento, y que por cualquier cosa, muchísimas vidas humanas se pueden venir a bajo.

¿Estos sentimientos estuvieron presentes cuando tú y tus compañeros ideasteis el monumento?

Yo creo, que cuando ya estas trabajando intentas aparcar todo eso, e intentas que sea como otro proyecto. Es verdad, que al ser un proyecto tan político se intenta que todo quede muy bien, pero que el proyecto en sí salga bien, no depende sólo de los arquitectos, sino de las administraciones, y de la constructora, y de todas las personas implicadas en el proyecto.

¿Qué te pareció el monumento cuando lo viste finalmente terminado?

Sobre todo me tranquilicé (risas), porque tenía muchas ganas de ver el monumento terminado. Ahora mismo, a nosotros nos cuesta fijar nuestra atención en la obra como un ciudadano más, yo me fijo en el monumento como un arquitecto, que se fija más en la construcción, y en sus posibles fallos, que en su mensaje y su fondo.

¿Qué opinas del 11 de marzo? ¿Crees que ya está todo aclarado o, por el contrario, todavía en España no se sabe la verdad de lo ocurrido?

Yo creo, que está todo aclarado, lo que si me molesta, es que existan tantas opiniones sobre un tema que parece tan simple. Me gustaría que se llegara a un acuerdo, y sobre todo, por las víctimas, ya que ellos necesitan saber que no hay más guerras y tensiones internas.

Antes has dicho que este proyecto es un sueño cumplido, ¿qué otros sueños y metas tienes?

De momento disfrutar (risas). Yo soy muy normal, soy un chico al que le gusta salir por las noches y tener amigos, a mi me gusta vivir día a día. Mis compañeros y yo somos muy luchadores, nos involucramos mucho en todo lo que hacemos y eso nos los dice mucha gente.

Un fin de semana normal, ¿qué hace Esaú Acosta?

Estar con mis hermanos que están aquí en Madrid, y salir con mi novia, salir de fiesta e ir a exposiciones.

¿Cuáles son tus hobbies?

La fotografía, el cine y el teatro.

¿De dónde surge tu vocación?

Desde bastante pequeño quería ser arquitecto, porque es una profesión que te permite proponer cosas, y vivir de forma activa.

¿Quién ha sido tu mayor apoyo en el terreno personal?

En el terreno personal mis padres, porque yo vine a Madrid a estudiar con diecisiete años, y para un canario es muy difícil salir de las islas, ya que tus padres tienen que pagar mucho dinero para mantenerte fuera estudiando una carrera.