MADRID 24 Sep. (OTR/PRESS) -
Los militantes socialistas de Madrid, Murcia y Canarias podrán elegir de forma directa los candidatos que presentará su partido en dichas Comunidades Autónomas en las elecciones del próximo mes de mayo. En la Comunidad Valenciana, al final parece que no habrá primarias ya que al candidato no "oficial", el ex-ministro del Interior Antonio Asunción, le han anulado unos 200 votos de los que presentó como avales, con lo que no llega a la cifra requerida. Una lástima, porque Asunción es un político íntegro y el único ministro que se recuerde que en aquellos Gobiernos de Felipe González de finales de los años ochenta y comienzos de los 90, tan salpicados por todo tipo de escándalos, tuvo la dignidad de dimitir cuando el ex -Director de la Guardia Civil, Luis Roldán, se dio a la fuga.
Nadie puede poner en duda que el de las primarias es, de los que se utilizan en España, el sistema más democrático para elegir los candidatos de los partidos y, en este sentido, el PSOE puede presumir y con razón de ser el único que, aunque poco, lo utiliza. También la todavía joven UPyD de Rosa Díez va a poner en marcha este sistema de cara a las elecciones municipales y autonómicas de la próxima primavera. No tiene la pureza y la intensidad de las primarias en los partidos Demócrata o Republicano en Estados Unidos, pero desde luego, es mucho más recomendable que el "dedazo" del jefe o del "aparato" de los partidos que es lo que se lleva por estas tierras, desde el PP hasta IU.
Lo que no garantiza el sistema de primarias es que ni sea un camino de rosas para el partido que las utilice, ni que el candidato oficial tenga asegurada la victoria por el simple hecho de ir respaldado por el "aparato". El PSOE tuvo ya una dura prueba de todo ello cuando tras la retirada de Felipe González después de perder las elecciones de 1996 frente a Aznar celebró primarias para elegir candidato y de forma sorpresiva, Borrel ganó a Almunia. Lo que sucedió posteriormente es que algunos poderes fácticos del PSOE no aceptaron de buen grado ese resultado y la emprendieron contra Borrel que optó por quitarse de en medio.
De las primarias que dentro del PSOE se celebrarán el próximo 3 de octubre, el mayor interés estará centrado en Madrid, donde un hasta hace poco desconocido secretario general del PSM, Tomás Gómez, tuvo el valor de decirle el pasado 7 de agosto a Zapatero en la Moncloa que no estaba dispuesto a retirarse y dejar paso a la candidata del "aparato" de Ferraz y del propio Presidente, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. Si gana Gómez, la interpretación que se hará es clara y evidente: una derrota política de Zapatero. Si por el contrario gana Jiménez, nadie la garantizará que la organización del partido en Madrid, controlada por su rival, se ponga en primer tiempo de saludo para intentar ganar a quien, pasadas las primarias, será su auténtica rival que no es otra que la actual Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Pero, sin ninguna duda, las primarias siempre antes que el "dedazo".