Actualizado 07/07/2015 21:16

Cayetano González.- La remontada del PSOE

MADRID 29 Jul. (OTR/PRESS) -

Con el Congreso extraordinario celebrado este fin de semana, el PSOE ha culminado el proceso de renovación interna en cuanto a caras y nombres que empezó cuando el otro hora poderoso Alfredo Pérez Rubalcaba anunció su retirada tras el batacazo electoral sufrido en las elecciones europeas. A continuación se convocaron elecciones primarias entre todos los militantes para elegir nuevo secretario general, elección que recayó en Pedro Sánchez y que ha sido ratificado por una amplia mayoría de los delegados asistentes al Congreso de este fin de semana.

Ahora está por ver si para el PSOE empieza lo que el propia secretario general ha denominado la remontada. Se sabrá en un futuro no muy lejano, porque dentro de diez meses tendrán lugar las elecciones municipales y autonómicas y un poco más tarde, en noviembre de 2015, las generales. El PSOE ha tocado fondo, electoralmente hablando, en las generales de 2011 y más recientemente en las europeas del pasado mes de mayo. Parece difícil pensar que los socialistas sigan perdiendo votos, pero en política todo es posible y existen casos en nuestra historia reciente.

Al PSOE le ha salido un grano en la izquierda que se llama Podemos, que le disputa una buena parte de su electorado y que da toda la impresión que va a ser su principal adversario electoral. Esa competencia con Podemos puede llevar a los socialistas a radicalizar su discurso y su práctica política, lo cual sería un error, porque en una confrontación directa con Podemos, el PSOE tiene todas las de perder, amén de que dejaría muy descubierto el flanco del votante que huye de los radicalismos y que se sitúa más bien en el espacio del centro que es donde, según todos los expertos, se ganan o se pierden las elecciones.

Que el PSOE se recupere y vuelva a ser un partido cohesionado y, sobre todo, con un mismo discurso nacional es importante para la estabilidad institucional que se ve en la actualidad seriamente amenazada con los desafíos secesionistas y separatistas de Cataluña y del País Vasco o con las políticas radicales y en cierto modo antisistema que pretende llevar a cabo Podemos. El PSOE tiene que hacer compatible esa recuperación de su espacio electoral con poder pactar con el PP lo que se suelen denominar "cuestiones de Estado", que son pocas pero muy importantes. Si el nuevo secretario general de los socialistas va por ese camino, tendrá posibilidades de volver a ser una alternativa de Gobierno en España. Si por el contrario elige la vía de la radicalidad, el riesgo de verse desbordados por Podemos será muy grande, porque ya se sabe que la gente, entre el original y la fotocopia, suele decantarse por lo primero.

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