Foto: OXFAM INTERMON
Estamos acostumbrados a comprar cosas baratas. El precio ha adquirido un rol importantísimo en el día a día, especialmente con la crisis que nos rodea; sin tener en cuenta quién y en qué condiciones se ha producido lo que estamos consumiendo.
Sin darnos cuenta, las grandes marcas comerciales nos están tratando como meros "consumidores" sin ningún otro propósito que el de comprar cosas; en lugar de considerarnos personas activas con conocimiento, voluntad y voz, con poder de cambio.
Sin embargo, nosotros y nosotras, todas y todos, tenemos el poder de cambiar como se hacen las cosas, como se producen desde alimentos, prendas de vestir, cosmética, juguetes, muebles..., no importa de qué producto estemos hablando.
El Comercio Justo, que empezó su andadura en España hacia los años 90, tiene como misión cambiar poco o poco este sistema de producción basado en pagar poco, producir mucho y vender todavía más; un sistema que no tiene en cuenta ni los productores, ni el medio ambiente, ni el consumidor.
Este sistema provoca una situación de desventaja económica y de vulnerabilidad particularmente a los pequeños productores cuya vida depende directamente de la comercialización de su cosecha o del trabajo en su taller. Ante esto, el Comercio Justo constituye una alternativa basada en el respeto y la equidad entre ambas partes. Es una asociación comercial entre productores y consumidores que ofrece a los primeros condiciones más ventajosas.
Pero, aún hay más. El Comercio Justo se sostiene en diez principios muy beneficiosos como: la no utilización de productos químicos que deterioran la tierra, la combinación de prácticas ambientales con la preservación de los recursos naturales, los productos se obtienen a través de procesos naturales, por lo que cuando hablamos de productos alimenticios, su sabor es más auténtico: se protege al medio ambiente, contribuye a mitigar el cambio climático, potencia los mercados locales y los canales de comercialización justos, hay una remuneración digna para los productores, se evita el trabajo infantil y se fomenta el empleo y la equidad de género.
Por lo tanto, si queremos mantener a salvo el medio ambiente, respetar a las personas y pagar un precio justo por las cosas, deberíamos empezar a fijar nuestra mirada en este, no tan nuevo, sistema comercial solidario y alternativo cuyo objetivo principal es mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar las injustas reglas del comercio internacional, que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial.
Un ejemplo: el Café Tierra Madre, café cultivado por mujeres dueñas de sus vidas.
Uno de los estándares de Comercio Justo aboga por la no discriminación de las mujeres en los procesos productivos y comercializadores. Oxfam Intermón trabaja un poco más allá al incentivar a dos cooperativas de Comercio Justo para que trabajen activamente en la promoción de los derechos de las mujeres campesinas.
El café es uno de los productos primarios de mayor valor en el comercio mundial, segundo en importancia y superado únicamente por el petróleo como fuente de divisas para los países en desarrollo. Es un producto básico que cotiza en los principales mercados de materias primas y de futuros.
Oxfam Intermón lleva años comercializando café de Nicaragua y Uganda bajo los criterios de Comercio Justo. El Café Tierra Madre, proveniente de las fincas en que las mujeres ya son titulares y paga, además del habitual precio de Comercio Justo y prima social, otra prima que se llama de género.
Dicha prima va íntegramente destinada a sufragar los programas de género en las cooperativas de Comercio Justo de Aldea Global (Jinotega, Nicaragua) y Ankole (Ishaka, Uganda). En Comercio Justo, la relación entre Oxfam Intermón y las cooperativas productoras es de mutua confianza y sostenida en el tiempo.
El Café Tierra Madre enlaza los derechos de las mujeres con la solidaridad de los consumidores, al tiempo que constituye un producto de excelente calidad con cafés arábicas de Nicaragua y robustas de Uganda. El Café Tierra Madre representa una oportunidad para invertir la espiral y reconocer el esfuerzo de las mujeres.
En el sur de Uganda y en la sierra nicaragüense, cientos de mujeres son productoras de excelentes cafés, y los venden justamente, y los cobran. Y ya son dueñas de sus vidas.
Oxfam Intermón ('www.oxfamintermon.org'), la organización global del desarrollo, trabaja en comercio justo desde el año 1994. Abrió su primera tienda en Valencia ese mismo año. Actualmente tiene 38 tiendas de comercio justo gestionadas por 1.075 voluntarios y voluntarias distribuidas en todo el territorio español, así como una tienda online.
Apoya a 113 grupos productores de África, América Latina y Asia, ofreciéndoles las herramientas y la asistencia técnica necesarias para que se incorporen al mercado internacional. En el año 2012 lanzó Veraluna Comercio Justo, una marca de ropa sostenible, gracias a la colaboración de Hoss Intropia.
Artículo elaborado para Europa Press por el equipo de Oxfam Intermón