Actualizado 15/10/2010 14:00

José Cavero.- A Aguirre, y a Berlusconi, les gusta el Tea Party USA.

MADRID 15 Oct. (OTR/PRESS) -

A Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, no le han gustado los abucheos al presidente del Gobierno durante la celebración de la Fiesta Nacional. Sin embargo, la conservadora, que ha concedido una entrevista a Los Desayunos de TVE, cree que la culpa no fue de quienes abuchearon, sino del Ministerio de Defensa, que "puso un cordón sanitario de casi un kilómetro, quitó las pantallas y las tribunas para evitar que la gente pudiera seguir lo que ocurría". Aguirre no cree que la extrema derecha esté detrás de los gritos de "dimisión" a Zapatero y considera que las imágenes de personas con el brazo en alto y las banderas preconstitucionales que pudieron verse en el acto, "se han buscado con lupa" por parte de ciertos medios de comunicación. "Habrán buscado como locos a ver si las encuentran", ha apostillado. Tampoco considera la presidenta regional que estas imágenes puedan hacer daño a la "derecha democrática", que "está 14 puntos por encima de la izquierda".

Preguntada por si existe un Tea Party en España como en Estados Unidos, Aguirre asegura que no, pero que es algo "que a la izquierda le parece una cosa terrorífica". No así a la conservadora, que se ha mostrado muy favorable a las ideas de la rama más radical del Partido Republicano del país norteamericano. "Sólo piden menos impuestos, menos intervención del Gobierno y más nación americana, no me parece mal", ha asegurado. "En España sería un 'café party'", ha ironizado. La presidenta regional ha negado también la idea de que grupos organizados pudieran estar detrás de los gritos al presidente del Gobierno asegurando que existe "un gran rechazo a Zapatero" porque "hay muchísimo descontento". "Los políticos tenemos que aguantarnos, a mí también me abuchean", ha recalcado para insistir en que la culpa del incidente fue de Defensa por "querer protegerle de los silbidos por el procedimiento de alejar a las autoridades".

Sobre el incidente de uno de sus consejeros con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a quien ninguneó al asegurar que es famoso por los taxis y las anchoas, Aguirre niega los hechos y afirma que "no ha habido ningún incidente". No le voy a hacer ese favor a Revilla", ha continuado la presienta regional, que afirma que lo que ha contado Revilla "no es cierto". "No he hablado con él ni con su mujer", ha añadido Aguirre, que cree que "hay temas más importantes".

También se ha referido a su rival en las próximas elecciones autonómicas, Tomás Gómez, con quien aún no ha conseguido hablar y a quien ha llamado "mentiroso". "Dijo que me había llamado varias veces", ha explicado, "y antes se pilla a un mentiroso que a un cojo, porque ha dicho una falsedad. Dijo que me devolvió la llamada y no es así". Aguirre mantiene su idea de debatir con Gómez, una idea que se atribuye, "yo se lo propuse". "Acepto el ofrecimiento", ha añadido la presidenta regional, quien no teme que la popularidad de su rival político haya aumentado con las primarias. "Ahora muchísima más gente le conoce, eso no quiere decir que le vayan a votar", ha apostillado.

Por otro lado, Aguirre considera "alucinantes las declaraciones de Hugo Chávez, que ha calificado de "palabras necias" la petición de Cándido Conde Pumpido para que se juzgue a Cubillas. "Es alucinante que los jueces españoles sean la extrema derecha para el presidente de Venezuela", ha afirmado. La presidenta regional ha pedido al Gobierno que "haga lo que tiene que hacer" y que proteste para "expresar el desacuerdo" con el país latinoamericano.

Sobre el Tea Party americano, el pasado domingo, en un mitin en Roma, Silvio Berlusconi acusaba a los suyos de haber provocado la crisis de Gobierno que estuvo a punto de abrir el camino a las elecciones en septiembre. Il Cavaliere piensa que su partido, el Pueblo de la Libertad (PdL), necesita un cambio. Una renovación. Y valora la posibilidad de un Tea Party al estilo republicano, para ganar los votos suficientes a unos comicios adelantados que probablemente se celebren la próxima primavera. Según el diario La Reppublica, Berlusconi habría pedido información durante el pasado verano sobre la formación, estructura e ideario del Tea Party. En realidad, tal y como están las cosas ahora mismo en el panorama político italiano, esta podría ser la única tabla de salvación del primer ministro. Según el diario, Berlusconi habría elaborado ya un sondeo de opinión y, visto el éxito del Tea Party en EEUU, gracias a la colaboración de Sarah Palin y el altavoz que obtiene gracias a la Fox de Rupert Murdoch.

Según La Repubblica, el Tea Party a la italiana sería el encargado de recuperar la confianza de las mujeres de derechas desencantadas con Berlusconi por sus escándalos sexuales; de recapitular a todos los votantes católicos que se quedaron sin representación significativa tras el escándalo de Tangentópolis en los 90, que descabezó a la política italiana dando origen al imperio Berlusconi; y de posicionarse contra la inmigración, a favor de las familias tradicionales y la bajada de los impuestos. Una versión del "dios, patria y ejército" que defiende Sarah Palin.

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