MADRID 28 May. (OTR/PRESS) -
Pues a mi me parece que Alfredo Pérez Rubalcaba ha hecho lo que tenía que hacer al convocar un congreso extraordinario. Sí, ya sé que muchos piensan que es una trampa para diluir las "primarias", y no digo que en estos dos meses Rubalcaba no intente alguna maniobra o incluso intentar colocar al candidato que mejor le parezca para sustituirle. Pero más allá de los juicios de intenciones me parece a mi que cuando un partido sufre una derrota tan espectacular como la que ha sufrido el PSOE en estas elecciones europeas, cuando además va perdiendo votos de elección en elección, cuando su discurso está gastado, cuando ha perdido credibilidad a chorros, y cuando el liderazgo del partido no ha dejado de estar en cuestión, entonces la única solución es la catarsis, es decir el congreso extraordinario y a ver que pasa.
Lo que en mi opinión resultaría insoportable es que Rubalcaba continuara como si no hubiera sucedido nada y los socialistas libraran su futuro exclusivamente a unas "primarias" para elegir candidato a la presidencia del Gobierno. Sin duda el PSOE tendrá que celebrar "primarias" pero antes de elegir candidato a presidente me parece a mi que deben de poner en orden la casa, y eso comienza por un cambio de liderazgo y de dirección del partido. Lo contrario sería cerrar la crisis en falso, porque ahora mismo lo principal es que el PSOE haga un análisis y un debate sincero sobre lo que le esta pasando. Solo con un diagnostico, con una catarsis podrán afrontar el futuro.
Por eso me sorprende los nervios de quienes reclaman "primarias" en vez de congreso, porque en mi opinión, eso significa, que no han entendido nada, es decir que no han entendido el enfado profundo de los ciudadanos y que los que les está reclamando sus votantes no es en estos momentos un "candidato" sino una renovación profunda de arriba abajo.
También es interesante ver la enorme desconfianza que despierta Pérez Rubalcaba en sus propias filas. Muchos no se fían de él y están convencidos de que "algo hará". Yo insisto en que independientemente de los juicios de intenciones y de la desconfianza que se ha ganado a pulso Rubalcaba, en estos momentos si el PSOE no convoca un congreso extraordinario y no cambia toda su dirección sería como no haber entendido nada. No es la lucha por la presidencia del Gobierno lo que toca ahora, sino el sicoanálisis de porque se ha llegado hasta aquí para poder paso a la catarsis.
Y si, el PSOE necesita renovarse, pero la renovación no puede ser más de lo mismo. Los socialistas deben de buscar entre sus filas a quienes sean capaces de aportar ideas de refresco, de volver a encontrarse con la sociedad siendo consciente de sus problemas reales, de volver al discurso socialdemócrata y de recuperar la idea de que son un partido con una única mirada en toda España, es decir que los problemas de los ciudadanos no son los que son por ser de la Rioja o de Andalucía, sino que la crisis ha dejado un paisaje devastador donde la desigualdad ha crecido y el Estado de Bienestar ha sido socavado.
En los últimos años el PSOE ha perdido credibilidad porque tampoco ha sabido elaborar un discursos con las respuestas que la sociedad necesita. Y sobre todo los años nefastos del gobierno de Rodríguez Zapatero continúan pasando factura a este partido centenario.
El PSOE tiene que recuperarse a sí mismo para poder recuperar la confianza y el crédito de la sociedad. Y para eso necesita un cambio de dirección y de rumbo. Pero no se trata de elegir a cualquiera sino de buscar una persona seria, solvente, que sepa dónde hay que ir y como, que tenga credibilidad, y que haya tenido que ver poco o nada con el pasado reciente.
En la feria de los nombres y de posibles candidatos a mi me continua pareciendo el más interesante el de Pedro Sánchez porque hasta ahora es quien tiene el discurso más solvente y ajustado a la realidad, aunque bien es verdad que le cuesta hacerse escuchar porque el "aparato" del partido no le ha dado precisamente facilidades. Pero ahora es su momento y el del resto de los candidatos no solo para unas "primarias" sino para liderar un proyecto socialista que de respuestas a los problemas de los ciudadanos y a los desafíos que se plantean en este mundo global. Por eso me parece imprescindible la celebración de un congreso extraordinario.