MADRID 28 Mar. (OTR/PRESS) -
El Gobierno acordó este martes presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la iniciativa legislativa popular que reclama al Parlament una declaración unilateral de independencia.
Sorprende esta prisa de la Moncloa por retirar de la circulación ese desvarío secesionista un mes después de haberse admitido a trámite por la mesa de la Cámara, respaldado por Junt y CuP, con la abstención de ERC. Pero no será el abajo firmante (o arriba) quien lo critique, aunque tenga que hacer oídos sordos a las palabras del ministro Bolaños cuando sostiene sin mover una ceja que el mencionado recurso es "absolutamente coherente" con la política del Gobierno. Haré como si no lo hubiera oído.
Contra las iniciativas "divisivas" nunca es tarde si la dicha es buena. Y como de ilusión también se vive, más vale creer que el Gobierno está de vuelta en la defensa de la Constitución. Y no solo de boquilla. Mejor que mejor si sirve para bajarle los humos a Junts y a ERC, que se han venido arriba demasiado pronto por creer que, una vez lograda la amnistía, toca volver a las andadas. Menos lobos.
Aunque el Consejo de Ministros haya esperado tanto a recurrir la absurda pretensión de implantar una república catalana, diga lo que diga la Constitución sobre la que se quiere imponer un volquete de firmas reunidas por "Solidaritat Catalana per la Independencia", bienvenida sea una dosis de recuerdo sobre la imposibilidad formal y material de que pueda trocearse la voluntad del pueblo soberano.
No se queda el asunto en dosis de recuerdo sobre lo que dicen los dos primeros artículos de la Constitución Española. Lo contante y sonante, como medida cautelar vinculada al recurso del Ejecutivo, es que la iniciativa (ILP) queda suspendida.
Sin embargo, lo importante es la exposición de los motivos del recurso. Se remite a la violación de media docena de artículos de la Constitución y reitera la abundante doctrina sobre el "sujeto de soberanía".
Y además, lleva implícito un mensaje a los partidos independentistas que, en vísperas de las elecciones de mayo, vuelven a su carrera de sacos por ver quién va más allá en la hoja de ruta secesionista y contra el represor Estado español. Es una manera de decirles que la muy pregonada actitud conciliadora del Gobierno y del PSOE (la amnistía como cierre de una etapa) no incluye de ninguna manera el cuestionamiento de la soberanía nacional única e indivisible del Reino de España.
El recurso se ha inspirado en un informe previo de los letrados del propio Parlament, fechado el pasado 14 de febrero, donde se dice que lo que pretende la mentada iniciativa legislativa popular "supone una modificación sustancial de la forma del Estado y de Gobierno establecida y definida en la Constitución".