MADRID 18 Jun. (OTR/PRESS) -
La hoja de ruta de Pedro Sánchez tras sus sucesivas derrotas, municipales y autonómicas, generales y europeas se resume en tan solo una frase: saquear a España para mantenerse en el poder pagando con el botín a quienes la quieren desguazar y destruir. En la historia tiene un parangón, muy cinematográfico por cierto, en aquel Juan Sin Tierra, que se convirtió en el peor de los azotes de Inglaterra esquilmándola sin piedad hasta que le llegó su fin. Muy malo por cierto, perdido y enfangado en un espantoso lodazal.
Nuestro Pedro anda más o menos por ahí. Tierra no le queda apenas ninguna. En las ultimas urnas ha perdido la poca que llevaba sus colores, Castilla-La Mancha y Asturias se le han teñido de azul. Le queda Navarra, a merced de Bildu y su única esperanza es Cataluña, pero para ello tendrá que aumentar el latrocinio, para seguir cebando a los separatistas catalanes, los delincuentes sediciosos y prevaricadores, a los que por obra y gracia de su amnistía ya ha convertido en legisladores y jueces que ahora nos declaran culpables a todos los demás. Del saqueo se encarga su sheriff de Nottingan, Chiqui Montero, "la Jubilosa", que disfruta anunciando lo que recauda a base de exprimir con saña los bolsillos de cuantos trabajan y que han de pagar a una cada vez más creciente población de parásitos de todo pelaje y condición empezando, claro, por los allegados y vasallos del caudillo.
Porque el latrocinio ahora ya ha entrado en una nueva dimensión. La pantalla que ya se ha consumado, si la Justicia que queda en pie y Europa no lo remedian, ha sido la de la perdida de nuestros derechos y libertades y el de la dignidad de la Nación. Ahora la cosa va a ir a mas. El propósito está ya anunciado. Engrilletar a los jueces y amordazar a los periodistas. En nada por aquí no quedará "juglar" que ose cantar algo que no sean alabanzas al "señor".
Sánchez ya ha amnistiado a los ladrones, a los sediciosos catalanes primero y ya va de inmediato, a través de su edecán Conde Pumpido "Toga Manchada", a hacerlo con los del perdido cortijo andaluz, empezando por Magdalena Alvarez, prevaricadora contumaz, según sentencia firme del Supremo que ahora se quiere borrar, y continuar luego con Chaves y Griñán.
Pero en realidad a quien más que a nadie pretende blindar y convertir en impune a perpetuidad es a él mismo y a su familia personal y política. Dotarse y dotarlos de total inmunidad. No solo nos podrán robar sino que se van a autoconceder bula universal y ademas potestad de condenar a todos cuantos osen enfrentarse a él y a los "suyos".
Este es el cuento, pero tristemente no es una película donde ni siquiera hay Robin Hood, sino nuestra cruda realidad.