MADRID 13 Nov. (OTR/PRESS) -
El Gobierno ha celebrado dos Consejos de Ministros en los que se han aprobado "ayudas" para los afectados por la gota fría mortal que se desató sobre todo en Valencia y que ha costado muchas vidas y muchos daños materiales. En ambas ocasiones ha sido el presidente del Gobierno el que ha querido presentar las medidas, aunque desde que se desatara la catástrofe el pasado 29 de octubre aún no haya comparecido en el Congreso de los Diputados ni haya asistido a las sesiones de control al Gobierno.
En total, Pedro Sánchez ha anunciado casi 14.400 millones de euros como si salieran de las arcas del Estado, pero no es así ni mucho menos. Para empezar, 5.000 millones serán para créditos gestionados por el ICO que avalará el Estado y concederán las entidades financieras, que también retrasarán los pagos de créditos e hipotecas de los afectados. Por tanto, dinero que en todos los casos habrá que devolver en distintos plazos para las distintas modalidades.
Otra parte muy importante de este "escudo social" corre a cargo del Consorcio de Compensación de Seguros que se financia con parte de las pólizas de los asegurados. Y otra, no menos llamativa, la pagarán los propios empresarios, como ocurre con los permisos retribuidos o los aplazamientos fiscales. Eso sin olvidar la reposición de las telecomunicaciones, electricidad, agua o gas de cuyo coste se harán cargo las las empresas energéticas o de telefonía. Además, y muy importante, también en este segundo paquete aprobado el pasado lunes, se incide en el mismo error que en el primero: no se han tenido en cuenta a los que han perdido su herramienta de trabajo estando de paso por la zona o a las empresas o autónomos que, aún trabajando en la zona, no tienen allí su residencia fiscal.
En definitiva, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el Gobierno ha puesto encima de la mesa muchas medidas y pocos recursos. Todo ello aderezado con burocracia y papeleo, lo cual hace pensar que las ayudas propias del Estado no serán conseguidas tan fácil y rápidamente como anuncian. De nuevo la propaganda se superpone a la ayuda real, sencilla y rápida que necesitan empresas, autónomos y familias.