MADRID 4 Dic. (OTR/PRESS) - La actualidad devora las noticias, un asunto tapa a otro mientras que el siguiente aguarda turno. Eso hace que el camino comparezca empedrado de cuestiones pendientes. Una de ellas, y muy seria, es la situación política anómala de Venezuela inmersa en una dramática cuenta atrás para despejar su futuro político. Futuro en el que tendría algo que decir España. El pasado 28 de julio se celebraron unas elecciones presidenciales en las que el régimen chavista de Nicolás Maduro se declaró vencedor negándose a mostrar las actas electorales. La oposición que presentaba como candidato al diplomático Edmundo González Urrutia denunció el fraude mostrando las actas que acreditaban su victoria. El próximo 10 de Enero es la fecha para la toma de posesión del presidente de la República, pero -de ahí la anomalía-, el vencedor -que se encuentra exiliado en Madrid y ha mostrado su voluntad de acudir a Caracas- corre peligro de ser detenido y encarcelado.
Un número considerable de países han reconocido a González Urrutia como ganador de los comicios. El último ha sido Estados Unidos, antes lo hizo la Unión Europea y en América la mayor parte de los miembros de la OEA. Por paradójico que pueda parecer, en esa lista falta España. El Gobierno que preside Pedro Sánchez ni ha reconocido al ganador ni ha dado explicaciones de por qué no condena el fraude perpetrado por Nicolás Maduro. Es otra anomalía que en este caso se explica por la extraña influencia que ejerce el ex presidente Rodríguez Zapatero sobre la política exterior del Ejecutivo español en relación con Venezuela.
Zapatero, que actúo como observador en los comicios del 28-J, todavía no ha dicho nada sobre el fraude. Su conocida relación con el dictador Maduro y algunos de sus colaboradores más cercanos, caso de la famosa vicepresidenta Delcy Rodríguez parece que le tiene amordazado. Política y negocios. Eso, como se ha visto en el pasado fin de semana en el Congreso del PSOE no le impide ir predicando ética y proclamando el valor de la democracia. Edmundo González Urrutia tiene anunciado que viajará a Caracas el 10 de Enero, pero antes visitara EE.UU. y recogerá el premio Sájarov concedido por la UE. La suerte que pueda correr plantea muchos interrogantes. Lo que no encierra otro misterio que el que se deriva de la miseria política es la posición del Gobierno español, negándose a reconocer a González Urrutia como legítimo presidente electo de Venezuela.