Publicado 15/12/2024 08:00

Fernando Jáuregui.- Sánchez, Macron, Trump, los grandes resilientes, ante 2025

MADRID, 15 Dic. (OTR/PRESS) -

Emmanuel Macron, el muy peculiar presidente francés, siempre sorprende: se ha sacado de la manga a un centrista, muy veterano, un viejo zorro de la política, para nombrarle primer ministro y sustituto del también centrista Michel Barnier, contestado por la alianza de la izquierda precisamente porque era demasiado conservador para lo que fueron los resultados de las últimas elecciones. No ha importado: François Bayrou es casi una réplica ideológica de Barnier, porque a Macron, como a Pedro Sánchez -primera similitud- le importa un rayo lo que diga la oposición y, por cierto, también lo que digan los medios. Y lo que digan las urnas, que en Francia aliaron a la izquierda radical con la ultraderecha, toma ya.

Y no solo eso: el presidente galo ha logrado romper el frente de la alianza de la izquierda, lo mismo, por cierto, que Sánchez ha hecho con la derecha. Y es que los dos países vecinos tienen a unos resilientes, a veces temerarios y siempre afortunados, de tomo y lomo al frente de sus respectivas, algo erráticas, políticas. El mundo de 2025 es de los audaces, llamémoslos así.

Hago esta comparativa porque tanto España como su vecino del norte tienen ahora gobiernos frágiles, que dependen casi exclusivamente de la habilidad del 'conducator', Sánchez en España, Macron en Francia. El presidente español salió el viernes de la angustia existencial en la que parece estar sumido -jamás se rebajaría a mostrarlo, claro- reuniéndose con todos los 'barones' territoriales, el catalán y el vasco incluidos, y prometiéndoles un chorro de dinero allá por comienzos de 2025 para compensarles por la unilateralidad catalana. De paso, en el mismo terreno conciliador de La Magdalena santanderina, se dio un paseo con el Rey para que todos podamos ver que la Jefatura del Estado y la del Gobierno se llevan muy bien y distendidamente. El viejo truco del paseo: en Francia, la de los primeros ministros inestables, también saben mucho de eso.

No nos mostró el Gobierno, en cambio, las negociaciones en Ginebra con Junts, que se prolongan clandestinamente, los independentistas catalanes teniendo al frente del 'team' negociador a esa diputada que, muy finamente, insta al Gobierno central a 'mover el culo' en favor de los intereses de Cataluña. Los negociadores de Junts deben estar ejem, moviéndose mucho, haciendo horas extra, porque también se hablan con el Partido Popular. Nunca un forajido -ver la Real Academia: eso es lo que es- tuvo tanto poder sobre un Estado al que no puede legalmente entrar. Pero ya se sabe que los Grandes Resilientes utilizan también a los forajidos, lo que sea, para mantenerse en el poder.

Encaramos, con estos moldes, la recta final de 2024, año de agonía política donde los haya habido. En España y en Francia, y en los Estados Unidos, y en Oriente Medio y en Ucrania y... Al Gobierno español le quedan un par de comparecencias judiciales -la de Aldama ante el Supremo, la de Begoña Gómez ante el juez Peinado- antes de llegar a las ansiadas vacaciones navideñas y el descanso de enero, mes aquí sin (demasiada) actividad parlamentaria. Pero será un mes ya con Trump en la Casa Blanca y, a este paso, con Macron arriesgando un pie fuera del Elíseo. Apuesten, con estos mimbres, por que tendremos muchas noticias. De Sánchez, de Macron, de Trump (y de Putin), los grandes resilientes de la Historia. Hasta ahora, se han sobrepuesto a todos y a todo. A ver cómo sobreviven al 2025 que tan tremendo se nos aparece en el horizonte. Sobrevivirán.

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