Actualizado 22/07/2010 14:00

José Cavero.- Saramago, obligado a pagar impuestos en España.

MADRID 22 Jul. (OTR/PRESS) -

Según revela hoy el diario Veinte Minutos, el escritor José Saramago, fallecido el 18 de junio, fue condenado en abril por la Audiencia Nacional a pagar 717.651 euros a la Hacienda española, al entender que el Premio Nóbel no podía justificar su residencia fiscal en Portugal, según informó este martes su abogado, que ha recurrido la sentencia. La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional dictaminó el 21 de abril pasado, dos meses antes del fallecimiento del Nóbel portugués, que Saramago debía abonar a España 717.651,78 euros por los ejercicios fiscales 1997, 1998, 1999 y 2000, en los que el escritor pagó sus impuestos en Portugal.

La Audiencia Nacional desestimó así un recurso de Saramago contra una decisión anterior del Tribunal Económico-Administrativo Central, de 2008, que entendió que el escritor tenía su vivienda permanente en España, en el municipio de Tías (Lanzarote), y que por tanto debía responder ante el fisco español y no el portugués. La sentencia, que fue dada a conocer por el diario Canarias 7, ha sido recurrida ante el Supremo por el abogado de Saramago, Andrés Sánchez, socio de los bufetes Cuatrecasas (España) y Gonçalves Pereira (Portugal), que entiende que el Nóbel "tenía su centro de intereses vitales y económicos en Portugal, en donde Saramago declaró, ininterrumpidamente, la totalidad de sus ingresos".

También es cierto que Saramago tenía tarjeta de residente, estaba empadronado y recibía ingresos de instituciones españoles. Pero la Inspección de Hacienda en España, según recuerda la sentencia de la Audiencia, sostiene que Saramago tenía su domicilio en España, en Tías, poseía tarjeta de residente en España, estaba empadronado en ese ayuntamiento canario y recibía ingresos de entidades españolas como el diario El País, la Fundación Duques de Soria, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) o la Complutense de Madrid.

Cita la sentencia documentos periodísticos y varias relaciones de actividades públicas del recurrente, incluida la entrega del premio Nóbel en Estocolmo, en los que se alude a su residencia en Lanzarote, y hasta la propia obra del escritor, como los diarios incluidos en los Cuadernos de Lanzarote y la autobiografía de su viuda, Pilar del Río, en donde se reconoce que ambos residen en la isla canaria desde 1993 y que poseen una casa y dos fincas colindantes. Saramago, en el proceso judicial, alegó que se vio obligado a vivir en España después de la persecución sufrida en Portugal -"una ruptura con el Gobierno de Portugal tras la censura por parte de éste de su novela El Evangelio según Jesucristo"-, pero que "ello no supuso un traslado definitivo a la isla ni una ruptura social, económica y cultural con Lisboa, ciudad en la que vive desde 1924".

Los abogados de Saramago subrayaron que el escritor "rompió con el Gobierno portugués, pero no con Portugal, y por ello sigue en contacto con la vida cotidiana portuguesa. Así, existen un conjunto de circunstancias que prueban que sus vínculos personales, familiares, culturales, políticos y económicos le unen con Portugal". Entre ellos, su hija y sus nietos, sus amistades, sus relaciones institucionales con Portugal, o la creación de la Fundación José Saramago en 2007, con sede en Lisboa, así como otros detalles, como su afiliación al Partido Comunista, su candidatura a las elecciones europeas en 1999 o la cesión de sus derechos a la editorial portuguesa Caminho.

Sin entrar a discutir sus vínculos con Portugal -nacimiento, nacionalidad, descendencia, etc.-, la Audiencia establece que "a efectos de determinar la residencia fiscal, no son suficientes los vínculos afectivos, sino también, y estos son los más determinantes, los vínculos económicos, los cuales, en los ejercicios inspeccionados, eran mayores en España que en Portugal". Además, el Tribunal desestima los argumentos de los abogados de Saramago sobre la prescripción de las deudas tributarias o sobre hechos como que el escritor tenía suscrito un plan de pensiones en Portugal o estaba afiliado a la sociedad de autores portuguesa. El abogado de Saramago, Andrés Sánchez, explicó que el escritor abonó siempre sus impuestos en Portugal, "aspecto este último que no cuestiona la inspección de los tributos española". La sentencia, según el abogado, se encuentra en proceso de recurso ante el Tribunal Supremo, "donde su viuda y heredera, Pilar del Río, confía se reconozcan los argumentos que amparan la residencia fiscal en Portugal de José Saramago".

Curiosamente, en las declaraciones que este miércoles hace Garzón a El País, el juez de la Audiencia menciona la amistad que tuvieron, y agradece la iniciativa del escritor de haber presentado la candidatura de Garzón al Nóbel de la Paz.