MADRID 20 Ene. (OTR/PRESS) -
Yo no sé si nos toman por tontos o es que han decidido negar la evidencia en un intento desesperado de engañar a algún incauto. Me refiero a los dirigentes del PP que sin siquiera sonrojarse están siendo capaces de afirmar que Bárcenas, Álvaro Lapuerta o Sanchís, o sea sus antiguos tesoreros, no tienen nada que ver con el partido.
Y es que la decisión de la fiscalía de pedir un sinfín de años de cárcel para cada uno de los tesoreros del PP amen de para el famoso Correa, coloca a este partido en una situación harto complicada. Para empezar, porque según se apunta desde los tribunales de Justicia, el PP fue gran beneficiado de los tejemanejes de estos personajes todos ellos personas de la máxima confianza de los principales dirigentes del partido.
De manera que pretender, como pretende el PP, en el comunicado que han difundido que lo que pudieran hacer sus tesoreros en nada concierne al partido ni a sus dirigentes, es sencillamente un intento de burlarse de los ciudadanos, lo mismo que cuando escuchamos a algunos de los dirigentes del PSOE andaluz o de la Junta de Andalucía asegurar que son ajenos a los ERES o a los dineros distraídos de los cursos de formación.
El no reconocer la realidad es algo común a todos los partidos. Ahora que en IU hay más de un problema con la candidatura de Madrid, sorprende escuchar a sus dirigentes echar balones fuera y pretender que el común de los ciudadanos nos creamos que un ayuntamiento puede contratar con la empresa del hermano de una de sus concejalas sin que está se entere de nada.
Pero volviendo al PP desde luego para este partido es una pésima noticia que la investigación judicial del caso Gürtel termine con la petición de tantos años de cárcel para los que en su día fueron sus hombres de máxima confianza, tanto que depositaron en ellos la administración de los dineros. Sin duda es un bombazo en su línea de flotación en un año como este, eminentemente electoral, y en el que los ciudadanos están más que enfadados y hartos del partido gobernante no solo por sus promesas incumplidas, sino por las políticas que han llevado a cabo.
En el PP confían que los ciudadanos les perdonen porque empiezan a cuadrar las cuentas de la macroeconomía, lo que es mucho confiar.
En todo caso lo peor que se puede hacer en política y en la vida es el ridículo y resulta totalmente ridícula la pretensión de los populares de hacer ver que Bárcenas, Sanchís y Lapuerta eran poco menos que marcianos que nada tienen que ver con el PP.
En el AND de los políticos no está el de pedir perdón y mucho menos reconocer errores, pero hay momentos, y este es uno de ellos, en los que intentar tomar a los ciudadanos por tontos negando la evidencia lo único que provoca es una indignación aún mayor. Pues eso.