Publicado 20/09/2024 08:01

Julia Navarro.- Una escabechina

MADRID, 20 Sep. (OTR/PRESS) -

Visto como se las gasta el Pedro Sánchez, todo parece indicar que, en el próximo congreso del PSOE, el 41, va a organizar una auténtica "escabechina" con los pocos "barones" que de vez en cuando aún se atreven a rechistar. Emiliano García Page no parece que tenga mucho porvenir en el PSOE liderado por Pedro Sánchez. En cuanto a Javier Lambán, la verdad es que está combatiendo con heroicidad la "autocracia" que ejerce Sánchez en el PSOE, pero tiene todas las de perder.

Y en Madrid Juan Lobato, que de vez en cuando se permite manifestar una idea propia, pues lo tiene francamente mal por más que en el último Comité Federal intentó enmendarse haciendo la ola a Sánchez, y que en los últimos dias esté haciendo méritos, aunque puede que ya no le sirva de nada, salvo para quedar en evidencia.

Puesto que Pedro Sánchez no permite la menor discrepancia, estos tres dirigentes del PSOE no parecen tener demasiado futuro en el que ha sido su partido. El caso de García Page y Lambán es distinto al de Lobato, ya que este último es joven y podría tener futuro en el PSOE, pero con Sánchez ha topado.

La verdad es que no creo que en el 41 congreso del PSOE vaya a haber un debate de ideas y proyectos. Más bien se ha convocado para cerrar el círculo en torno a Pedro Sánchez. Es un congreso para que le aprueben todo lo que ha hecho, aunque lo que ha hecho y le queda por hacer va en contra de la historia y de los esquemas ideológicos de los socialistas, por lo menos hasta ahora. Amnistía, financiación especial para Cataluña, asociarse con partidos que han querido --y no renuncian-- quebrar el Estado de Derecho, intentar poner una mordaza a los medios de comunicación críticos con sus políticas, ataques a los jueces, etc, etc.

No, a este PSOE no hay quien le reconozca y menos que le vamos a reconocer después del 41 congreso que Pedro Sánchez ha convocado para hacerse un partido a la medida. Un congreso para el que el sanchismo ya va calentando motores y ha iniciado una campaña de lo más burda, queriendo presentar a los líderes socialistas de la Transición,como un mero accidente en la historia del PSOE y que, en realidad, no representaban el verdadero socialismo. Léase Felipe González, Alfonso Guerra y demás dirigentes elegidos en el congreso de Suresnes. El objetivo es presentarles como "poco" socialistas mientras que ellos, los de ahora, con Zapatero como ideólogo, representan a la verdadera izquierda. En mi opinión, una nueva izquierda con algunos tics autoritarios que asustan.

Ojo, no es que Pedro Sánchez sea un ideólogo, no lo es, ni tampoco que pretenda renovar los cimientos del pensamiento socialista. Lo que Sánchez pretende ni más ni menos es que nadie le tosa, que le dejen las manos libres para hacer y deshacer a su antojo y elegir a compañeros capaces de asumir sin rechistar cuanto hace, imitándole, diciendo hoy una cosa y mañana la contraria sin enrojecerse. Ya saben tipo "la amnistía no cabe en la Constitución" para a continuación defender con entusiasmo una la ley de amnistía hecha a la medida de Carles Puigdemont.

Puede que para tener futuro en el PSOE solo baste tener las manos encallecidas de aplaudir a Pedro Sánchez a la manera de María Jesús Montero. Todo aquel que no se someta no tiene porvenir. De eso va el 41 congreso. A qué engañarse.

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