Actualizado 28/10/2010 14:00

Julia Navarro.- Escaño cero.- Todo por hacer en Cuba.

MADRID 28 Oct. (OTR/PRESS) -

Cuba vive días de resignación. Raúl es igual que Fidel. Nada ha cambiado en la isla desde que Raúl Castro sucedió a su hermano. Siguen las penurias, sigue el mal vivir de la inmensa mayoría de la gente cuya pobreza asiste con desazón al espectáculo del desfile de turistas que llegan a la isla a exhibir unas formas de vida y de consumo que a ellos les están vedadas. La dictadura restringe los visados de salida a los cubanos, pero al aceptar la llegada de turistas -porque necesita divisas- hace que los paisanos tengan noticias directas de cómo se vive y disfruta de la libertad la gente que vive fuera de Cuba. Es una semilla. La dictadura comunista no sobrevivirá a los hermanos Castro.

De hecho, los expertos en política cubana hablan ya de un post castrismo en términos de borrón y cuenta nueva. El guión del futuro lo escribirán los propios cubanos un poco a la manera de como hemos visto en los países del Este de Europa tras la desaparición de la Unión Soviética. Es probable que las fuerzas del régimen intenten perpetuarse creando un partido socialista a la manera como sucedió en Hungría. La incógnita es si muerto Fidel los cubanos habrán de esperar un final de régimen a la portuguesa (tras Salazar, Caetano) o asistiremos a una caída a la rumana, con Raúl siguiendo la estela trágica de Ceaucescu. El Caribe es otro mundo y la realidad siempre acaba rebasando los pronósticos.

Lo único cierto es que en Cuba está todo por hacer y que la Unión Europea hace bien en estar ojo avizor, atenta a cuanto sucede en la isla. Y, si digo Bruselas, con más motivo España. En Cuba importa mucho la opinión de España. Apretar al régimen sí, romper con los cubanos, no. No sería lo más inteligente. Nos necesitan para sobrevivir a los hermanos Castro. En Cuba está todo por hacer.

Foto del autor

Antonio Casado

Vergüenza de saber leer

Foto del autor

Rafael Torres

PP y Vox, un extraño patriotismo

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La democracia que yo quiero

Foto del autor

Fermín Bocos

Dos jarrones chinos