MADRID 2 Mar. (OTR/PRESS) -
¿Era evitable esta guerra entre Rusia y Ucrania? Yo creo que sí, a pesar de que Rusia este dominada por Valdimir Putin, un autócrata con sueños de grandeza al que le gustaría reeditar la URSS y que se está encontrando con una resistencia valiente por parte de los ucranianos.
Los fuertes siempre caen en la tentación de minusvalorar a los contrarios y eso le ha pasado a Putin, que debía pensar que iba a ser un "paseo" llegar hasta Kiev y se está encontrando con un pueblo digno que defiende su soberanía y su derecho a decidir su destino. David enfrentado a Goliat. Vladimir Putin debería saber que son muchas las ocasiones a lo largo de la historia en que David vence a Goliat.
Dicho esto, también pienso que todos los actores han jugado mal sus cartas. Occidente alentando a Ucrania a plantar cara a sus antiguos aliados, y Rusia porque no imaginaba que desde Occidente se le diera una respuesta tan contundente como la que está recibiendo. Pero más allá de las sanciones económicas y del envío de armas a Ucrania, lo cierto es que son los ucranianos quienes ponen los muertos y sufren las consecuencias de una guerra que va a dejar al país desgarrado durante mucho tiempo.
Ucrania podría haber jugado un papel primordial en el concierto europeo desde una posición de neutralidad, eso sí, dejando clara su apuesta por el modelo occidental y formando parte de la Unión Europea, estrechando lazos económicos y políticos con Occidente. Ojalá la burocracia por una vez no ponga obstáculos a la incorporación inmediata de Ucrania a la UE tal y como ha solicitado el presidente ucraniano. En cuanto a formar parte de la OTAN, desde luego está en su derecho, es un país soberano que puede y debe tomar sus propias decisiones, pero en mi opinión podría tener más peso en el concierto internacional haciendo ese papel de puente entre la Unión Europea y Rusia.
Pero más allá de lo que podía haberse hecho, lo cierto es que es inaceptable que un país invada a otro país y ahora nos encontramos en horas negras en todo el mundo. Y gane Ucrania la guerra o gane Rusia, las heridas entre los dos pueblos van a ser tan profundas que serán difíciles de restañar.
En cuanto a los ciudadanos europeos, cada día crece más y más la indignación contra Rusia y el apoyo sin fisuras al pueblo ucraniano y muchos nos preguntamos si, además de las sanciones económicas, Occidente podría hacer más. La respuesta es complicada porque lo cierto es que una guerra de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia significaría la III Guerra Mundial con consecuencias tan imprevisibles como devastadoras. Y por eso Putin ha invadido Ucrania, sabiendo que Estados Unidos y la UE, más allá de las sanciones económicas, por duras que estás sean, se pensarán mucho participar directamente, con soldados estadounidense y europeos en la guerra.
La realidad es que los gobernantes occidentales están demostrando una unidad de acción que ojalá no se pierda en el futuro, pero insisto en que es el pueblo ucraniano el que está sufriendo las consecuencias de la guerra. De manera que me parece que, antes de que los ucranianos sigan muriendo, la obligación de Occidente es contribuir a que las negociaciones entre Rusia y Ucrania no acaben en fracaso. Que se pongan a ello.