Publicado 27/06/2024 08:01

Rafael Torres.- ¿Y la renovación de la Justicia?

MADRID, 27 Jun. (OTR/PRESS) -

Más que la renovación del CGPJ urgía, y sigue urgiendo tras el acuerdo entre PSOE y PP para desbloquearla, la renovación de la Justicia. El común de los españoles entenderían mejor un acuerdo para que sus pleitos no se dilataran durante años y años, o para que los Juzgados no se siguieran cayendo a pedazos, que las anfractuosidades de ese al que se ha llegado, así y todo, en buena hora. Insoportablemente tardía, pero buena.

Siendo indiscutible que el desbloqueo para la renovación del órgano de los jueces es una buena y esperadísima noticia, no lo es, en cambio, que con él se siga normalizando el que la adscripción política o la ideología de los jueces prime en su promoción sobre su calidad profesional, que ha de evaluarse en función de su capacidad para no teñir sus instrucciones y sus sentencias con sus inclinaciones personales, ni con sus particulares ideas sobre la vida siquiera. Pero más discutible aún que esa indeseable normalización es que el acuerdo referido no descarte de raíz la posibilidad, más indeseable si cabe, de que en un futuro sean los jueces los que elijan a los jueces.

El poder judicial nunca podrá ser, en una democracia real, un poder autónomo, desvinculado del poder legislativo a través del cual la sociedad expresa y ejerce la soberanía que le reconoce la Constitución. Los jueces han de ser independientes en su desempeño profesional, independientes de los "lobbys", de los partidos, de los intereses de clase o casta, de sus propias convicciones personales, pero no, nunca, en ningún caso, independientes de la soberanía popular, a la que sirven. La circunstancia de que la mayoría de ellos sean "conservadores", que parece que sí, es tan adversa al plan de que se elijan entre ellos sin echar cuentas con nadie, como lo sería si la mayor parte fueran "progresistas". Es la sociedad la que fabrica sus leyes y elige a sus intérpretes, y en ella, como sabemos, hay de todo, rojos, azules, verdes, morados, y todos necesitan, cuando acuden a la Administración de Justicia, que al actuar no mire el color. El CGPJ, en fin, ya está renovado. ¿Y la renovación de la Justicia? ¿Para cuándo?

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