MADRID 8 Dic. (OTR/PRESS) -
No habrá pacto migratorio ni posibilidad alguna de reparto de los miles de niños y adolescentes que abarrotan los centros de Canarias. Una vez más, el PP se ha echado atrás, planteando unas exigencias de imposible cumplimiento. Y, sobre todo, presionado por VOX que amenazó con no aprobar los presupuestos de las Comunidades autónomas que necesitan sus votos.
Y ahí está la clave. Pese a que el viernes, en la celebración de la Constitución en el Congreso, Feijoo apareció flanqueado por todos "sus" presidentes territoriales, la imagen de unidad no oculta la falta de solidaridad. Sus asesores de imagen y su círculo más estrecho deberían advertirle que esa imagen de absoluta dependencia de la extrema derecha es lo que lleva a una parte del electorado de centro, o desengañado del PSOE de Pedro Sánchez, a no coger su papeleta, darse la vuelta y marcharse a casa sin votar.
¿Un gobierno del PP y VOX, va a ser así? ¿Van a buscar a pachas un país africano para deportar a todos los migrantes, como ha intentado Meloni con Albania? Y eso sólo referido a la inmigración, porque más vale no pensar en que exigencias planteará Abascal con derechos como el aborto o el matrimonio homosexual etc.
Crecidos por el triunfo de Trump, con un parlamento europeo escorado claramente a la derecha y una Comisión con representantes ultras en sus asientos, Abascal ni plantea alternativas a que hacer con los menores llegados a Canarias solos. Su defensa a ultranza de la familia no le permite ver, sin embargo, el desgarro de unos padres que tienen que meter a su hijo menor, sólo, en una patera, como única posibilidad de supervivencia.
En cuanto a las condiciones del PP para aceptar el reparto, son irrealizables y ellos lo saben. Exigen que el Gobierno consiga que el reparto se haga llevando a los niños y jóvenes al resto de los países europeos. Como si eso fuera factible. Exigen que el Gobierno obligue a Frontex a patrullar la costa africana par que no salgan las pateras.
Y, mientras, los cinco mil seiscientos menores, más los que lleguen a lo largo de diciembre, seguirán hacinados en los centros de Canarias. Y en los de Baleares, donde por cierto gobierna el PP.
En la celebración del aniversario de la Constitución, Sánchez y Feijóo ni se saludaron. Y todavía hay quien plantea la necesidad de una reforma constitucional. Con este panorama político no hay posibilidad de negociar nada de nada.