MADRID, 28 Oct. (Portaltic/EP) -
Hace tan solo unos días salieron a la luz una serie de vulnerabilidades en la seguridad de las redes WiFi conocidas como KRACK, siglas en inglés de reinstalación de clave. El protocolo de seguridad WPA2, utilizado para proteger la gran mayoría de conexiones inalámbricas, había sido hackeado, comprometiendo la seguridad del tráfico de red WiFi y exponiendo la información personal de millones de usuarios.
La debilidad, identificada por el investigador Mathy Vanhoef, podría afectar al 41 por ciento de los dispositivos que funcionan con un sistema operativo Android, como apuntan desde McAfee, en un comunicado.
Con la irrupción de estas nuevas amenazas, los ciberdelincuentes podrían aprovechar las vulnerabilidades en la seguridad de las redes inalámbricas para interceptar credenciales de acceso, datos sobre tarjetas de crédito, correos electrónicos o información personal.
Además, y como explican desde la compañía de seguridad, también podrían inyectar 'ransomware' --'malware' que cifra los equipos pide un rescate-- u otro contenido malicioso en un sitio web, lo que significa que incluso un sitio web confiable podría estar ofreciendo un enlace o anuncio que realmente conduce a un programa u otro contenido malicioso.
En un mundo cada vez más conectado, los usuarios necesitan sentirse protegidos. No en vano, una vez que un cibercriminal tiene acceso a una red inalámbrica, las posibilidades de 'hackeo' son prácticamente infinitas. Pero, ¿cómo pueden los usuarios protegerse de estos ataques y conectarse a la red de forma segura?
Desde McAfee aconsejan a los usuarios mantener oculta su dirección IP mientras se conectan a redes WiFi públicas o abiertas, dado que esto permitirá que tanto su ubicación como su información (datos bancarios, contraseñas, credenciales, etc.) permanezcan seguras.
La compañía también subraya la importancia de actualizar los dispositivos. Los usuarios deben asegurarse de instalar actualizaciones de seguridad en sus dispositivos. De esta forma, pueden evitar, en la medida de lo posible, cualquier vulnerabilidad en los sistemas.
Actualizar el 'firmware' del router. El router es el elemento más importante para proteger la red inalámbrica. No obstante, esta actualización depende, en gran medida, de la rapidez con que los fabricantes de dispositivos y los desarrolladores de 'software' generen un parche. Por tanto, desde McAfee hacen hincapié en que es recomendable consultar el sitio web del fabricante del dispositivo correspondiente para conocer los detalles y el estado del parche para protegerse de KRACK.
También conviene utiliza redes VPN. Si el usuario necesita conectarse a una red pública, puede usar una red privada virtual (VPN). Una VPN mantendrá la información privada y se asegurará de que los datos vayan directamente desde el dispositivo hasta donde éste se conecte.
Resulta imprescindible instalar seguridad en los dispositivos. Disponer de una solución de seguridad completa puede ayudar a mantener los dispositivos alejados de virus y otros 'malware' no deseados.
Por último, los usuarios no deben olvidarse de proteger su hogar conectado. Por ejemplo, con una solución como McAfee Secure Home Platform protege todos los dispositivos conectados a Internet en la red doméstica, incluidos los dispositivos IoT (Internet de las Cosas), de una amplia variedad de amenazas emergentes como virus, 'malware' y 'phishing'.
La aparición de esta nueva vulnerabilidad en las redes WiFi que usan la encriptación de seguridad WPA2 refuerza la idea de que los ciberdelincuentes son cada vez más creativos y utilizan métodos de ataque más sofisticados para tratar de vulnerar los sistemas. Por ello, y como apuntan desde la compañía, los usuarios deben estar preparados para contrarrestar estas amenazas y garantizar la seguridad de todos sus dispositivos.