MADRID, 2 Sep. (Portaltic/EP) -
Se estima que los centros de datos representan actualmente entre el 1 y el 2 por ciento de las emisiones globales de CO2 y que, debido al crecimiento exponencial en el uso de la Inteligencia Artificial Generativa, su demanda va a seguir en aumento. Para poder hacer un uso sostenible de estos centros, el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de los mismos se ha convertido en una herramienta clave para las compañías del sector.
Analizar el ciclo de vida de los centros de datos "desde la cuna hasta la tumba" es crucial para identificar cómo la industria puede minimizar sus impactos ambientales, tal y como explican los expertos de Data4. Esta herramienta evalúa su impacto desde la extracción de las materias primas para su edificación hasta el desmantelamiento del edificio, generando así un informe completo y detallado que permite tomar las mejores decisiones sobre su construcción y las tecnologías que alberga.
Data4 se sirve del ACV de manera sistemática desde 2020, lo que ha permitido a la empresa crear un perfil ambiental de los centros de datos europeos, identificar las mejores formas de actuación y encaminarse hacia el objetivo del cero neto.
EL CONSUMO DE LOS DATA CENTERS EUROPEOS
Los últimos ACV realizados por Data4 estiman que los 'data centers' europeos producen el equivalente a entre 6.600 y 10.400 toneladas de CO2 por megavatio de TI operativo en un período de 20 años, lo que es comparable al consumo anual de electricidad de 1.700 a 2.800 hogares europeos. Aproximadamente el 80 por ciento de estas emisiones provienen de la energía utilizada en las operaciones.
De esta forma, la eficiencia energética es un área clave sobre la que tomar decisiones. Según estimaciones de Data4 mejorar la Efectividad del Uso de Energía (PUE), puede suponer una reducción de las emisiones de carbono de hasta el 15 por ciento. Actualmente en España el 100% del consumo energético dispone de garantías de origen renovable mientras seguimos trabajando para un consumo renovable las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Por su parte, la construcción de los 'data centers' en sí misma es responsable de entre 1.500 y 2.100 toneladas de CO2 por megavatio de TI de construcción. Para reducir estas cifras, la disminución de recursos minerales como el aluminio, el antimonio, el cobre y el plomo (utilizados en equipos eléctricos y baterías) es clave.
FAVORECER EL USO DE MATERIALES REUTILIZADOS O RECICLADOS
El reajuste en el uso de estos puede representar un 60 por de reducción de los recursos naturales vinculados a un centro de datos. Limitar el uso de estos recursos naturales y favorecer los materiales reutilizados o reciclados como el hormigón de bajo carbono, implementar prácticas de economía circular como emplear estructuras y edificios preexistentes, o aumentar la densidad y reducir el tamaño del equipo en las salas de IT, es fundamental para disminuir la huella medioambiental.
Además, en última instancia, el uso de ACV ayuda a comprender las necesidades energéticas de los clientes y las interdependencias y riesgos que afectan al negocio del alquiler de centros de datos. Al conocer los requisitos y consumos de los usuarios finales de los centros de datos se pueden buscar alternativas innovadoras con las que adaptar y mejorar los recursos necesarios, tal y como detallan los expertos.
"Es esencial tener una visión holística para mantenernos un paso por delante en materia medioambiental a medida que se desarrollan nuevos centros de datos. Además, es crucial involucrar a toda la cadena de valor de los proveedores, recopilar información más precisa sobre los impactos del equipo y material que entran en juego en la construcción de un centro de datos y animarlos a encontrar soluciones ecológicas", señala Linda Lescuyer, Innovation leader en Data4.
Algunas de estas soluciones, implementadas por Data4 desde hace seis años, ya han resultado en una reducción del 13 por ciento en la huella de carbono de cada MW construido, y apuntan a una reducción del 38 por ciento para 2030, según cifras facilitadas por la propia empresa.