SAN FRANCISCO/NUEVA YORK, 10 Oct. (Reuters/EP) -
La muerte del tenaz co-fundador y presidente de Apple, Steve Jobs, ha puesto a la reservada directiva de la compañía en una encrucijada. ¿Hay que seguir trabajando como de costumbre, o ha llegado el momento de un cambio? Los primeros indicios del futuro serán si se elige a un presidente independiente y se decide ampliar el número de directores.
Entre los directivos de Apple hay pesos pesados, pero eran vistos a menudo como asesores más que como supervisores de Jobs, que era conocido por convencer a la gente para que viera las cosas a su manera.
"El viejo mensaje era 'confía en Steve', el nuevo mensaje tiene que ser 'confía en el equipo'. (...) Ya no es el culto a la personalidad", ha explicado el profesor de gestión corporativa de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Boston, Jim Post, que ha recomendado la presencia de un presidente independiente.
"La directiva debe ampliarse. Tienen que traer talento adicional independiente (...), gente que no estuviera viviendo en la sombra de Steve", ha explicado.
El plazo de Apple para encontrar un nuevo presidente, si se está buscando uno, no está claro. Un portavoz no quiso hacer comentarios. Antes, Apple no tenía el cargo de presidente.
La directiva de Apple ha sido criticada por su hermetismo, especialmente sobre la sucesión del Jobs en los momentos en que luchaba contra una enfermedad cuyos detalles no se habían hecho públicos. También se ha dicho en algunos reportes que Jobs mantenía a veces a la directiva a ciegas.
Incluso en sus esfuerzos por elogiar a Jobs, el presidente de Google, Eric Schmidt, ex miembro de la directiva de Apple, demostró lo complicado que podía ser trabajar con el fallecido líder de la empresa, en una entrevista difundida la semana pasada en la CNBC.
"Recuerdo reunirme con él y con un montón de gente sobre ciertas cuestiones técnicas, en las que yo era un experto", aseguró Schmidt. "El me convenció de que estaba completamente equivocado. Pasamos toda una hora tratando de averiguar por qué", dijo Schmidt. "Nos veía e insistía en seguir discutiendo para asegurarse de que veíamos que tiene razón. Esa es la pasión que tenía sobre tener razón y ser excelente".
El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, que es un posible candidato a presidente, tiene posiblemente suficiente con que hacer por ahora. "Cook está demasiado ocupado ahora" para ser presidente también, ha comentado el analista de Jefferies & Co Peter Misek.
La directiva de Apple, con sólo siete miembros actualmente, es uno de las más pequeñas y más opacas de la industria. La mayoría de las compañías del estilo de Apple tienen consejos con 10 miembros.
"Casi como en Disney, el fundador de Apple era la marca. Era su Mickey Mouse", ha asegurado el experto en gestión corporativa de GovernanceMetrics International, Nell Minow.
Una directiva más grande significaría más experiencia y diversidad. Un nuevo e independiente presidente también podría ayudar a la compañía a retener el apoyo de los inversores, examinar decisiones y ayudar a Apple a mantener su margen en el hipercompetitivo negocio de la electrónica.
"Tener un liderazgo en la directiva es importante y esa persona debería ser distinta del líder de la compañía (el presidente ejecutivo)", ha comentado el analista Colin Gillis de BGC Partners. "Esto crea tensión, pero es una tensión saludable. Ellos necesitan alguien que 'vigile el guiso'", ha explicado el profesor de la escuela de gerencia de Yale, Jeffrey Sonnenfeld.