Digitalización. - PIXABAY
MADRID, 4 Ago. (Portaltic/EP) -
La crisis que ha sacudido a las empresas a raíz del parón económico provocado por la pandemia de la Covid-19 obliga a sus directivos a repensar su estrategia. Las compañías, que veían en las tecnologías digitales solo una oportunidad adicional para enriquecer sus negocios físicos, ahora se ven obligadas a ponerlas en el centro de plan de acción, según expertos.
"Después de un primer momento de 'shock', donde todo se paralizó, las empresas están reaccionando con mucha valentía, lanzando muchas líneas de inversión. De forma generalizada, han entendido que la digitalización es la única alternativa para la supervivencia. Tenemos que continuar hacia delante y el único camino es el paso al mundo digital", afirma Daniel Valdes, CEO de Techedge España, compañía especializada en transformación digital.
Este experto defiende que "los activos físicos deben tener su equivalente digital o no van a existir". "Las compañías deben tratar de cambiar su ecosistema, asegurar la cadena de suministro, complementar mercados de iguales con otros de tipo local... El mundo analógico tiene que existir, pero debe estar complementado con el digital, conectado en ecosistemas para garantizar la cadena de valor global", ha apostillado.
LA CADENA DE SUMINISTRO
Una de las áreas en las que estos cambios están impactando de forma más evidente es la cadena de suministro. Según los datos de un estudio de Gartner, los cambios tecnológicos a gran escala tienen gran impacto en esta área y sus analistas advierten de que los responsables de diseñar, alinear e implementar la estrategia de la cadena de suministro "deben mejorar su eficacia y la escalabilidad de los procesos existentes".
Para María Jesús Diez, directora de Extended Operations & Logistic de Techedge España, "la cadena de suministro, que tiene la función de alimentar el proceso de producción, siempre ha sido un proceso clave para cualquier organización y se vuelve aún más crítica hoy en día". "Las empresas ya no son entidades autónomas, sino que deben considerarse parte de redes más amplias formadas por proveedores, consultores, empleados, clientes y gobiernos", indica.
La interacción entre las partes es clave para, por ejemplo, reorganizar los ciclos de producción cuando se enfrentan a cambios drásticos en la demanda. En este nuevo escenario, los empleados y directivos necesitan orquestar sus procesos y tareas desde sus propios dispositivos (en ocasiones desde casa), por lo que "la supervisión integral, la movilidad y las funciones inteligentes, como las búsquedas de todo tipo de documentos y datos, se convierten en esenciales para tomar decisiones eficaces en tiempo real".
EL TELETRABAJO REQUIERE DE UN ENFOQUE MÁS DINÁMICO
Por otra parte, el teletrabajo ha venido para quedarse, lo que obligará a las organizaciones a hacer "cambios importantes en su organización", añaden desde Gartner. Una encuesta reciente realizada por la consultora a 113 líderes de aprendizaje y desarrollo, pone de manifiesto que el 71 por ciento de ellos considera que cerca de la mitad de su plantilla (40 por ciento) "deberá adoptar un enfoque más dinámico para gestionar las necesidades cambiantes de habilidades en su entorno laboral".
"Las empresas adaptadas a la tecnología están en mejor posición para manejar las situaciones difíciles y, además, para recuperarse de ellas. Tener una fuerza de trabajo digital preparada para trabajar en remoto, junto con un sistema de colaboración basado en la nube, representa una clara ventaja cuando hay que reaccionar rápidamente en circunstancias inesperadas", añade María Jesús Diez.
En este contexto, detalla que en Techedge pudieron activar el 'smart working' para más de 2.000 personas en once países en un par de días, "simplemente enviando un correo electrónico". "Mientras trabajan a distancia, los empleados necesitan más que nunca recibir una comunicación sencilla y efectiva, sentirse apoyados y seguir siendo parte de un equipo", concluye.
Los hábitos que la crisis ha introducido se convertirán en parte de esta nueva normalidad: trabajo remoto, experiencias digitales o herramientas colaborativas, son sólo algunos ejemplos. Lo que antes se percibía como una innovación desestabilizadora, se ha convertido en una necesidad para llevar a cabo la operativa diaria y -según afirman los expertos del sector- seguirá siéndolo en el futuro.