MADRID, 19 Abr. (Portaltic/EP) -
La responsabilidad de la ética de la Inteligencia Artificial (IA) recae en los altos ejecutivos, en concreto, en los no técnicos, quienes reconocen la importancia que tiene para las organizaciones europeas e incluso la identifican como una fuente de diferenciación competitiva.
Un nuevo estudio del Institute for Business Value de IBM ha revelado un cambio radical en los roles de los responsables de liderar y llevar a cabo la ética de la IA en las organizaciones, donde a nivel europeo, un ejecutivo no técnico, por ejemplo, se identifica como el principal responsable de la ética de la IA.
Así, el 64 por ciento de los encuestados en Europa cita al CEO o a otro ejecutivo de primer nivel como un factor de gran influencia en la estrategia ética de su organización, aunque más de la mitad cita a los miembros de la Junta Directiva (56%) y a los accionistas (37%).
Por otra parte, casi tres cuartas partes de los altos ejecutivos encuestados en Europa coinciden en que la ética en la IA es importante para sus organizaciones. Para el 73 por ciento la ética es una fuente de diferenciación competitiva, y más de la mitad (55%) que ve la IA y la ética de la IA como algo importante indica que sus organizaciones superan a su competencia en sostenibilidad, responsabilidad social y diversidad e inclusión.
El informe destaca que muchas empresas han empezado a hacer progresos. De hecho, más de la mitad de los encuestados en Europa asegura que sus organizaciones han empezado a incorporar la ética de la IA en su enfoque actual de la ética empresarial.
Más del 42 por ciento de los encuestados en Europa dice que sus organizaciones han creado mecanismos éticos específicos para IA, como un marco de evaluación de riesgos de proyectos de IA y un proceso de auditoría/revisión.
A nivel global, de acuerdo con los encuestados, ahora hay muchos más CEO (79%) preparados para incorporar la ética en sus prácticas de IA, cuando en 2018 apenas llegaban al 21 por ciento. Y más de la mitad de las empresas que han participado en el estudio ha respaldado públicamente los principios comunes de la ética de la IA.
Sin embargo, menos de una cuarta parte de las organizaciones encuestadas a nivel global ha empezado a operar la ética de la IA, y menos del 20 por ciento de los encuestados estuvo de acuerdo en que las prácticas y acciones de su empresa coinciden (o superan) sus principios y valores establecidos.
El 68 por ciento de las empresas encuestadas a nivel global reconoce que tener un lugar de trabajo diverso e inclusivo es importante para mitigar el sesgo en la IA, pero los resultados muestran que los equipos de IA siguen siendo sustancialmente menos diversos que las plantillas de sus organizaciones: 5,5 veces menos inclusivos para las mujeres, cuatro veces menos inclusivos para las personas LGBT+ y 1,7 veces menos inclusivos en términos raciales.