Sonos presenta la barra de sonido Sonos Ray - SONOS
MADRID, 1 Ago. (EDIZIONES/Portaltic) -
Montarse un sistema de sonido de cine en casa ‘low cost’ con productos de una marca ‘premium’ como Sonos ya es posible gracias a esta nueva barra de sonido: Sonos Ray. Ese era el mensaje que quería transmitir la compañía con el lanzamiento de su nuevo dispositivo y, tras probarlo, podemos decir que cumple con nota. Gracias a su precio, por debajo de los 300 euros, consigue abrirse a un nuevo público objetivo sin comprometer la calidad.
Tras probar la barra de sonido más polifacética hasta la fecha de la marca, Sonos Beam, y su producto estrella, Sonos Arc, teníamos algunas dudas sobre las prestaciones de este nuevo dispositivo, pero ahora podemos decir que Sonos Ray es la guinda al catálogo de la marca. Tiene sus 'peros', que veremos más adelante, pero es muy complicado conseguir una alternativa con mejor calidad de sonido por ese precio.
Sonos Ray es una barra de sonido compacta (559 x 95 x 71 mm) y ligera, con un peso de 1,95 kilogramos. Ideal para poder moverla de un espacio a otro y con la capacidad de colocarla sobre cualquier mueble. Esto le convierte en la barra de sonido perfecta para una habitación, para acompañar la televisión de la cocina o para salones pequeños. Está concebida para poder utilizarse incluso con televisores antiguos y darles así un ‘salto de calidad’ considerable.
En cuanto a sus especificaciones, está compuesto por cuatro amplificadores digitales de clase D, así como dos tweeters, para ofrecer sonidos agudos con mayor claridad. Además, las guías de onda personalizadas ofrecen una experiencia inmersiva al proyectar el sonido de pared a pared. Por su parte, los dos woofers medios de rango completo prometen asegurar una escucha fiel de las frecuencias vocales de rango medio con mayor profundidad y nitidez.
Asimismo, Sonos Ray está equipado por el sistema Bass Reflex que, junto con su diseño, crea unos graves equilibrados y una acústica personalizada que armoniza frecuencias medias y altas. También utiliza el 'software' Trueplay, que mide la acústica de la habitación y ajusta el sonido de la barra con la mejor calidad de sonido posible para dicho entorno.
LOS MONITORES, LOS GRANDES OLVIDADOS
Una de las cosas que nos sorprende negativamente es la ausencia de la conexión HDMI. Sonos quiere que esta barra de sonido se utilice con televisores de todo tipo, también en los más antiguos, en los que la entrada de cable óptico es mucho más habitual. Por ello, y para abaratar los costes de producción, descarta el HDMI. Sin embargo, esto puede suponer un problema en su estrategia, ya que se olvida de los monitores y, por lo tanto, de muchos jóvenes ‘gamers’.
Estos jugadores, un público al que también está enfocado este producto, juegan en sus habitaciones y -en un porcentaje considerable- con el ordenador y el monitor (que no suele disponer de conexión para cable óptico). No poder conectar esta barra de sonido a un monitor de PC es algo que limita su potencial, desde nuestro punto de vista. Una de las pegas que se le puede poner a Sonos Ray.
Al no contar con cable óptico también es necesario configurar el mando del televisor, de manera que se pueda controlar la gestión del volumen. Se trata de un proceso relativamente sencillo, que podemos realizar desde la App de Sonos sin muchos problemas, como el resto del proceso de instalación de la barra.
LA EXPERIENCIA DE USUARIO: EL SELLO DE SONOS
En este sentido, la experiencia de usuario ‘premium’ característica de Sonos se mantiene en este nuevo producto. El proceso de instalación no puede resultar más sencillo y en apenas unos minutos podrás estar disfrutando de un sonido de alta calidad en cualquier televisor de la casa. Basta con enchufar el cable, conectar a la red wifi, empezar a ajustar los parámetros en la app del móvil y añadir tus servicios favoritos.
Al encender el televisor ya estará Sonos Ray rindiendo como se espera. También podrá usarse con los servicios de ‘streaming’ de música, como Spotify o Apple Music. Un sonido potente y perfectamente equilibrado que ha sido ajustado por profesionales del mundo de la música y el cine y que, pese a ser el producto ‘low cost’ de la marca, no decepciona.
El otro ‘pero’ que podemos destacar de Sonos Ray es la ausencia de asistentes de voz. No integra un micrófono para poder relacionarse con Alexa o Google Assistant, por lo que no se podrá controlar mediante comandos de voz. Para mí no supone un gran problema en un producto de este tipo, pero aquí no podemos considerar el precio como una excusa de la marca para prescindir de este servicio.
En definitiva, Sonos ha creado un gran producto y esta estrategia de acercar una marca ‘premium’ a nuevos usuarios les puede funcionar genial. Su cuidado diseño y la calidad del sonido son el mayor de los reclamos y, por menos de 300 euros, va a ser siempre una compra muy recomendable.